Tribunal Supremo

El líder del SAT ha pedido visitar al preso Junqueras

El líder del SAT, Óscar Reina
El líder del SAT, Óscar Reinalarazon

El secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Óscar Reina, quiere estar entre el magma de quienes ya han ido a visitar al líder de ERC y ex vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, a la prisión madrileña de Estremera. Está más que dispuesto a pasar por el trámite carcelario del «DNI, foto y huella dactilar». De hecho, el dirigente sindical relató ayer a LA RAZÓN que ya lo ha solicitado «a través de compañeros de ERC» y que se halla a la espera de que desde el centro penitenciario, «que es el que tiene que decidir», le trasladen si puede «ir o no» y, en caso afirmativo, «cuándo» puede hacerlo.

Reina quiere ir a ver a Junqueras, en el hueco en el que lo autoricen fuera del espacio de 16 horas que el ex vicepresidente de la Generalitat de Cataluña ha de permanecer cada día en su celda, para transmitirle su «solidaridad» y «compromiso». También pretende, dice, «conocer de primera mano cómo se encuentra y en qué condiciones está viviendo».

El líder del SAT defiende que Junqueras es «un preso político» al que cobijan una serie de derechos de los que se le están privando. «Es una persona que no debería estar en prisión, que nunca debió entrar en ella, si hubiera una democracia real, porque no ha hecho nada de lo que se le acusa», asevera a este periódico, para añadir que «votar no es ningún delito, no como robar, y además no ha tenido un juicio todavía». Insiste en que «no es peligroso» y en que «su lugar no está» en Estremera», sino «en la calle y con la gente que lo apoya».

Oriol Junqueras permanece en prisión preventiva porque así lo ha marcado el Tribunal Supremo (TS), tras rechazar el recurso presentado por la representación procesal del ex vicepresident contra la resolución del juez Pablo Llarena de mantenerlo entre rejas. Los tres magistrados que integran la Sala de Apelaciones consideraron por unanimidad que no existía «ningún dato» que llevara a creer que el político tenga intención de renunciar a la vía unilateral que se ha seguido para lograr la independencia de Cataluña. A su juicio, no se puede descartar el riesgo de que reincida en los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación que se le atribuyen.