Almería

Entre ajustar o «tirar los precios», para no quedarse en casa parado

Las grandes empresas ven un filón en el nuevo negocio

Vender o alquilar tiene un nuevo recargo para los dueños
Vender o alquilar tiene un nuevo recargo para los dueñoslarazon

SEVILLA- Todo el sector inmobiliario llevaba años aguardando la transposición completa de las directivas europeas 2002/91/CE y la 2010/31/UE. España, de hecho, acumulaba un profundo retraso en materia de certificación de la regulación de eficiencia energética de edificios, y el pasado 13 de abril se consumó la última parte, relativa a edificios existentes.

La demanda de los profesionales iba encaminada a la equiparación con el resto de países de la UE, donde esta norma es de obligado cumplimiento y ha logrado, aseguran, revalorizar aquellas viviendas con mejores calificaciones. Pero la reclamación escondía también un filón económico. Con la brusca caída de las construcción y venta de pisos, y con las tasaciones relegadas precisamente por ello, el campo de la certificación energética es el nuevo gran negocio para entidades como Tinsa, una de las mayores tasadoras nacionales. En previsión, creó Tinsa Certify, con la que esperan facturar «millones» en un futuro a medio plazo. De hecho, su clientela principal son los «grandes tenedores de inmuebles». Fuentes de la empresa, puntualizan que son «los primeros que comenzaron el proceso de certificación antes de la entrada en vigor, dejándose notar un mayor flujo de solicitudes de presupuesto por parte de particulares en los últimos días». Su envergadura le otorga ventaja a la hora de ajustar precios y, en un contesxto económico como el actual, resulta insalvable para los profesionales independientes. «Muchos están tirando los precios. Antes de junio se estimaba en unos 180 -200 euros, pero hay gente que por 100 u 80 los están haciendo», lamenta Alberto de la Cruz, aruqitecto técnico de Energenta, una pequeña empresa sevillana con filial en Almería. «Depende del cliente. El mercado no está estabilizado.

«Se están haciendo trabajos deficientes. Lo sacan rápido y mal, porque si no, no salen las cuentas», explica. Calcula que entre visitas al inmueble, elaboración del informe y entrega al cliente se emplean «unas ocho horas», por lo que su tarifa no baja de 150 euros. «Lo harán más barato, en vez de estar en su casa parado», asegura. Al carro se han subido también inmobiliarias, plataformas certificadoras y administradores de fincas, con comisiones a veces prohibitivas para suplir la decadencia del mercado.

«Tasa cero» y ayudas para mejoras energéticas

El Registro Andaluz de Certificados de Eficiencia Energética de Edificios y de Industrias comenzó a funcionar a las 00:00 horas del 1 de junio. Técnicos o propietarios pueden incluir desde ese día los resultados de los estudios de la vivienda, sin coste, un trámite que en Madrid supera los 39 euros y en Murcia es de 7,57. Y aunque son meramente informativos –no obligan por tanto a ejecutar obras para obtener una determinada calificación–, la Agencia Andaluza de la Energía vienen ofreciendo desde 2009 cuantiosas subvenciones para mejoras relativas a la eficiencia energética. Para este año, se han anunciado 1,49 millones aunque en el primer trimestre sólo se concedieron dos, a un particular y a un ayuntamiento.