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La cocina llena de matices de «Arte y Solera»

Sus dos restaurantes de Sevilla ofrecen platos con sabores reconocibles, de calidad y a un precio razonable

La cocina llena de matices de «Arte y Solera»
La cocina llena de matices de «Arte y Solera»larazon

Sus dos restaurantes de Sevilla ofrecen platos con sabores reconocibles, de calidad y a un precio razonable

Lejos de las estridencias de las nuevas tendencias gastronómicas, «Arte y Solera» apuesta por una cocina con sabores reconocibles y «llena de matices», tal y como asegura el chef Marco Antonio Paz, responsable de un proyecto que cuenta con dos restaurantes en Sevilla. A pesar de su juventud, Marco Antonio tiene a sus espaldas una amplia experiencia en el mundo de la hostelería. Decidido, siempre pendiente de las demandas de los clientes y dispuesto a hacer equipo, conoce a la perfección los vaivenes de la nueva cocina, pero sin perder de vista los orígenes. Este chef ha pasado por sitios tan dispares como el Valle de Arán, Alicante, Barcelona, Londres, Nueva York y República Dominicana. En Punta Cana trabajó en el hotel Tortuga Bay, un establecimiento cinco diamantes, y también ha formado parte de «Lasarte», restaurante tres estrellas Michelín del prestigioso chef Martín Berasategui.

El restaurante de la avenida Concejal Alberto Jiménez-Becerril número 11 fue el que abrió el camino, concretamente en mayo de 2016. Se trata de un local familiar que cuenta con una amplia terraza, ideal para disfrutarla con el buen tiempo. Su clientela es muy variada, aunque predominan los vecinos de la zona, médicos del hospital Virgen Macarena y turistas de los hoteles cercanos. Más en el centro se sitúa el otro restaurante, concretamente en la calle Zaragoza número 64. Un local acogedor que cuenta también con una amplia y variada clientela.

La filosofía de «Arte y Solera» se basa en la apuesta por la calidad, a un precio razonable. Una de sus fortalezas es la materia prima. «Trabajamos con productos frescos y hacemos compras diarias prácticamente», señala Marco Antonio, quien destaca que «no existe una buena cocina con un mal producto». En «Arte y Solera» se trabajan mucho las cocciones, dando importancia a los tiempos. Pequeños matices que van sumándose y que, al final, los nota el comensal.

La carta del restaurante es amplia, con la posibilidad de comer a base de tapas o raciones. Destacan, entre otros platos, las croquetas de rape y gambas, las vieiras con ajo negro y puré de coliflor o el solomillo de cerdo ibérico –una de las últimas incorporaciones– con cebolletas rellenas, salsa de mostaza y coles de Bruselas. Otra opción con mucho éxito es el ceviche de atún, un plato típico de Perú que tiene mucha aceptación. De hecho, «Arte y Solera» trabaja con un producto netamente andaluz como el atún, todo ello con cebolla, lima, chile y cilantro. La minipizza de atún es un clásico de la carta, al igual que la ensaladilla, el plato estrella de la gastronomía sevillana. En el plano de los vinos, predominan los de las bodegas Luis Cañas y Rafael Palacios. La «joya de la corona» es Pendón de Aguilera 2009, un vino exclusivo de Domino de Cair, junto a los vinos olorosos.