Sevilla

La sostenibilidad futura de Doñana, en el punto de mira

Vista del espacio natural protegido de Doñana, en Huelva
Vista del espacio natural protegido de Doñana, en Huelvalarazon

Miguel Delibes de Castro (Valladolid, 1947) ha llegado a la Presidencia del Consejo de Participación de Doñana tras la estela del ex presidente del Gobierno Felipe González, quien renunció al cargo en diciembre de 2012, cuestionado por las organizaciones ecologistas por sus reiteradas ausencias e inacción y su vinculación con Gas Natural. Su nombramiento supone un cambio: el director de orquesta vuelve a ser una persona de perfil científico, como lo fue el antecesor de Gónzalez, Ginés Morata; y no político. «El experimento no salió bien», deslizan fuentes de Ecologistas en Acción.

Cabe recordar que el desembarco de González en el espacio natural onubense fue una apuesta del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quien, según fuentes socialistas, estaba «convencido de que daría caché al parque». No fue así.

Delibes de Castro coge las riendas en un momento el en que para WWF, los retos a los que se enfrenta la comarca de Doñana y a los que hay que dar respuesta están ligados en esencia a «la gestión de la calidad y la cantidad de los recursos hídricos, los usos del suelo, la conservación de las especies a largo plazo, la recuperación del estuario del Guadalquivir o la protección de los sistemas costeros y marinos», enumeran.

La tensión líquida

En relación al agua, el propio profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la Estación Biológica de Doñana, y ahora tercer presidente del Consejo de Participación, vaticinó tras su nombramiento que esta cuestión provocará tensiones «permanentes», dado que «es el problema de este entorno desde casi su origen, o en todo caso desde hace mucho tiempo». Y sabe de lo que habla porque, según los ecologistas, conoce a fondo el territorio.

El responsable de la oficina para Doñana, Juan José Carmona, recuerda que «la cuenca a la que pertenece» el coto onubense «es deficitaria» y aboga por «reasignar el recurso» e iniciar acciones legales «contra las extracciones de agua e infraestructuras de riego ilegales». Considera además que debe descartarse «la idea de resolver con una presa en Alcolea y traer el agua de allí». «Hay estudios de la Universidad de Huelva –se explica– que mantienen que hacerlo no serviría de nada porque el agua está contaminada. La concentración de metales pesados en el agua de aquella zona y su mala calidad, hacen inútil e inviable ese proyecto».

Ligado al líquido elemento, Carmona apunta otro de los puntos que, a su juicio, deberá abordar el Consejo en sus reuniones en 2013: el Guadalquivir.

WWF defiende que las administraciones estatal y autonómica «tienen que poner en marcha las actuaciones necesarias para recuperar el río, descartándose definitivamente el dragado de profundización de acuerdo con el dictamen de los científicos –la Comisión europea tiene que pronunciarse sobre una queja que presentó esta organización sobre esa materia, al entender que vulnera la normativa europea–».

Carmona en concreto es rotundo: «El proyecto del Puerto de Sevilla no puede ponerse en marcha, Doñana tendrá que rechazarlo», afirma.Pendiente está también la finalización de «las actuaciones del Plan Doñana 2005 y el establecimiento de un nuevo proyecto de restauración hídrica en el espacio natural».

El área marina

Otro asunto a tratar por el órgano rector del espacio natural debería ser para WWF su reflejo en la costa. «Hemos vivido de espaldas a la zona marina», apunta Carmona y añade: «La Junta ha manifestado en varias ocasiones su intención de ampliar la protección de Doñana al área marina y lo consideramos un acierto». Desde esa posición su organización reclama a la Junta «medidas contundentes en relación con la erosión de las playas y la adecuada gestión del litoral a largo plazo, a fin de evitar las medidas a corto que se toman después de cada invierno tras la pérdida de arena en las playas».

Y van más allá: se agarran a estudios sobre el Guadalquivir para atribuir la pérdida de arena en el litoral de Matalascañas y Playa de Castilla a un cambio en la dinámica litoral producido por la modificación de los aportes del río. «Recuperar la dinámica de la corriente fluvial, por tanto», añaden, «es la clave para mejorar el estado de las playas», deslizan.

En relación aún al Guadalquivir, recuerdan que su Plan Hidrológico se encuentra en fase de elaboración, y no es el único que falta por acabar o aprobar.

Planes caducados

Otros, como el Plan Especial de Ordenación de los Regadíos Situados al Norte de la Corona Forestal de Doñana –el conocido como «Plan de la Fresa»– o el Plan Rector de Uso y Gestión, han finalizado su periodo legal de vigencia y se consideran prorrogados hasta que se aprueben los siguientes que, según el Gobierno andaluz, ya se han empezado a redactar. Para WWF «la Administración andaluza ha pecado de una falta de previsión absoluta, ya que los trabajos de redacción del nuevo PRUG deberían haberse iniciado hace ya varios años, ya que se conoce con exactitud cuando finaliza el que se encuentra vigente», ironizan.

Defienden que el nuevo se consensue con «todos los agentes sociales de la comarca» e incluya «cada una de las recomendaciones de los informes y acuerdos que los organismos internacionales han tomado sobre Doñana en los últimos años, como es el caso de la Unesco y la Secretaría Ramsar, entre otros». Además, existen otros que tendrán que comenzar a ser revisados como el de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana (Potad).

En definitiva, para WWF el actual modelo de desarrollo de Doñana, Patrimonio de la Humanidad, centrado en los beneficios presentes, «en ocasiones apoyados en actuaciones ilegales como han sentenciado los tribunales de Justicia», debe ser sustituido por un esquema que pueda asegurar su sostenibilidad futura.

Lo esencial, la conservación

En ese contexto, Carmona cree que Delibes «tiene una labor que hacer para intentar acercar posturas y hacer cumplir la ley de Doñana que marca que la conservación es lo más importante. Para poner industrias hay otros espacios», sentencia.

En relación a esa afirmación, el propio presidente ya ha puesto sobre la mesa la «obligación» de que el Consejo de Participación sea «oído» en relación al proyecto sobre la utilización del subsuelo del parque para producir y almacenar gas, unos planes empresariales vinculados a su antecesor en el cargo, el ex presidente socialista, consejero independiente de Gas Natural incluso durante su Presidencia. De momento, parece que no hará falta porque el consejero Luis Planas ha «paralizado» esta iniciativa.

Tras esta revisión de temas pendientes que fuentes de Ecologistas en Acción comparten, dicha organización centra su discurso en la fragilidad y la «complejidad» de los problemas que encierra Doñana. «Hay que priorizar y llegar a acuerdos y González no ejerció su autoridad en ese sentido», señalan. «Aunque el Consejo no sea un órgano vinculante sino consultivo, desde la Junta se nos aseguró cuando lo nombraron que su prestigio contribuiría a hacerlo y no lo hizo». Es el turno de Delibes de Castro.