Salto político... y económico

Todos los diputados de C’s y Podemos elegidos tras las últimas autonómicas han mejorado sus retribuciones respecto a su ocupación anterior, según sus declaraciones de IRPF de 2014.

Los cuadros de Ciudadanos y Podemos los conforman en su mayoría personas ajenas a la política activa hasta hace unos años y que decidieron enrolarse en un proyecto aupado por el descontento hacia los dos partidos tradicionales. En las filas de ambas formaciones en Andalucía hay economistas, profesores de instituto, abogados o, como en PP y PSOE, profesionales sin titulación superior o universitaria. Ciudadanos fue la gran sorpresa de las últimas elecciones autonómicas al conseguir nueve diputados. Podemos sentó a otros quince en los escaños del antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Ninguno había sido hasta entonces parlamentario y salvo algunas excepciones como la del líder regional de C’s, Juan Marín –teniente de alcalde en Sanlúcar de Barrameda hasta 2015– ninguno había ocupado un puesto institucional. Las declaraciones de la renta del año 2014 de los 24 nuevos parlamentarios indica también que todos han pasado a mejorar sus condiciones económicas al dar el salto a la política.

Los ingresos brutos de un parlamentario rondan los 50.000 euros al año, aunque depende del complemento que tengan por el cargo, a lo que hay que sumar unas dietas mensuales que van de los 800 a los 2.000 euros. El sueldo de los diputados se eleva a 3.050 euros brutos al mes. El complemento más alto es el del presidente de la Cámara (1.552 euros mensuales) seguido del de los miembros de la Mesa y los portavoces de los grupos (1.246). Los portavoces adjuntos también rondan los mil euros mensuales extra (937). El complemento mínimo es el de los secretarios de las comisiones (177 euros).

Respecto a las dietas, los miembros de la Mesa y los portavoces de los grupos tienen derecho a 500 euros fijos a la semana. El resto, en función de la distancia entre su residencia habitual y la sede de la Cámara: 200 euros es el mínimo semanal y 410 el máximo, para distancias superiores a los 300 kilómetros. El kilometraje, aparte.

Según las declaraciones de IRPF que los diputados de Podemos y Ciudadanos registraron en el Parlamento andaluz referentes al año 2014, el último ejercicio antes de entrar en la Cámara, sólo la portavoz de la formación morada, Teresa Rodríguez, superó en 2014 la cuantía de los 50.000 euros –declaró algo más de 60.000–, ya que la mitad de ese año ocupó un escaño en el Parlamento europeo. Sin embargo, cuatro de los nueve diputados de Ciudadanos declararon unos ingresos por debajo de los 20.000 euros. En Podemos otros tres tenían ingresos inferiores a esa cuantía y dos argumentaron no estar obligados a hacer la declaración de la renta, por tanto sus ingresos no excedieron los 22.000 euros brutos anuales.

Tenían hasta dar el salto a la política andaluza unas condiciones económicas que se pueden considerar modestas, aunque se mueven en la horquilla del salario medio andaluz, que Adecco sitúa en los 1.491 euros al mes. El 70 por ciento de los contribuyentes de la región declara rentas de hasta 20.000 euros, según datos de la Consejería de Hacienda.

En algunos casos la mejora económica ha sido notable. La diputada de Ciudadanos Marta Bosquet hizo en 2014 una declaración conjunta en la que aparecen unos ingresos de 6.280 euros de actividades de abogacía. Las retribuciones de mayo de esta diputada se elevan a 3.987 euros brutos, 2.857,15 netos, sin incluir las dietas, que en su caso, al tener residencia habitual en Almería, tal y como confirmaron desde Ciudadanos –por tanto a más de 300 kilómetros de la Cámara–, suman otros 1.640 euros al mes, 410 euros a la semana. Sólo en un mes, en junio, al sumar la paga extra, esta diputada de C’s ingresó más que en todo 2015: 7.975 euros brutos.

Un caso parecido es el de Carmen García Bueno, de Podemos. El año previo a entrar en el Parlamento declaró 7.410 euros. En el mes de mayo, según la documentación que ofrece el Parlamento a través de su portal web, ingresó 3.546 euros brutos, 2.540 netos.

Los datos dejan claro que ningún diputado ganaba en su profesión más que en la política. O al menos no lo ganaba en 2014. Aunque estas cifras también admiten matizaciones.

En Podemos, oficialmente, los cargos perciben tres veces el IPREM, esto es, 1.597,53 euros, aunque esta cantidad está ponderada en función de una serie de variables como las cargas familiares. Las dietas tampoco están incluidas. Podemos no actualiza en su portal de transparencia los salarios de los diputados desde diciembre de 2015: los datos que contiene sí están detallados. La diputada Carmen Lizárraga, por ejemplo, con un hijo a su cargo, aparece en diciembre del año pasado con un salario de 1.945,80 euros, más 1.631 en dietas. Donó 455 a Podemos y otros 455 a proyectos sociales del plan Impulsa de la formación.

De los 24 diputados, el que declaró en 2014 rentas más altas es Juan Moreno Yagüe: la tributación conjunta fue de 88.573 euros. No obstante, aclaró a este periódico que la mayor parte de esa cuantía correspondió a su mujer. Este diputado de Podemos es abogado de profesión y hasta entrar en política trabajaba en un bufete con un grupo de socios.

Asegura que 2014 no fue un buen año de facturación, aunque sí de trabajo. En años anteriores sus ingresos individuales rondaron los 60.000 euros. Hay otros datos que indicarían que en su caso entrar en política sí ha podido costarle dinero, dado que tiene que seguir haciendo frente a gastos fijos mensuales derivados de su profesión –colegio de abogados o rentas fijas del despacho– de unos 700 euros al mes. «Hay que seguir pagando porque cuando deje la política tengo que volver a la actividad profesional que he tenido que aparcar», señala a LA RAZÓN.

Por su parte, la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, decidió mantener el mismo sueldo que tenía como profesora de Secundaria: 1.727 euros al mes. En su nómina de diciembre de 2015, suma 741 euros en dietas. Donó 2.219 euros a Podemos y otros 2.219 a proyectos sociales.

Asimismo, los diputados de Ciudadano ceden un diez por ciento de su sueldo a la formación, según confirmaron fuentes de este partido. La Carta Ética y Financiera de C’s establece que deberán «ayudar a la financiación del partido con el 10 por ciento de sus ingresos netos como cargo público».