España

Taxis andaluces en Madrid

“No conviene usar la brocha gorda para achacar a tantos currantes el espurio propósito de importar el comunismo a España”

“No conviene usar la brocha gorda para achacar a tantos currantes el espurio propósito de importar el comunismo a España”

Hace dos o tres milenios, cuando era una presidenta en campaña, un grupo de taxistas escrachó a Susana Díaz en un mitin. Por cálculo o por convicción, vaya usted a saber, el comunismo clavó la enésima puntilla en su ataúd electoral al adherirse a la causa los piqueteros, pues eso y no otra cosa son quienes impiden el normal desarrollo de la actividad política. La bicéfala Adelante Andalucía, sin distingos entre la rama soviética de Maíllo y la rama bolivariana de Rodríguez, se apuntó a la vieja práctica revolucionaria de los «compañeros de viaje», eligiendo como tales a quienes concitan en esta lid masiva antipatía de los ciudadanos: igual que otras posturas discutibles, este posicionamiento tuvo reflejo (negativo) en las urnas. Conquistada Barcelona por las hordas chantajistas gracias a la complicidad de gobernantes disolventes como Colau y Torra, la batalla del transporte urbano se ha trasladado a Madrid, adonde acudieron casi dos mil taxis andaluces para cooperar en el colapso del Paseo de la Castellana. Supone un porcentaje relevante entre las casi 10.000 licencias de la comunidad autónoma, más o menos el 20%, de modo que no conviene usar la brocha gorda para achacar a tantos currantes el espurio propósito de importar el comunismo a España. Es evidente que ciertas asociaciones funcionan como un lobby de tintes mafiosos pero, ¡claro que no se han vuelto de repente unos facinerosos todos los taxistas! Hay mucho de legítimo en sus reivindicaciones, empezando por la codicia histórica de una Administración que ha inflado los cánones hasta lo insoportable. Seguramente, contribuya mucho al enconamiento del problema el uso partidista que hacen los políticos de las partes en conflicto, de tal suerte que si Podemos se atrinchera en un rincón, ya sabe Ciudadanos a qué bando apoyar.