Castilla y León cierra filas con las víctimas del terrorismo para dignificarlas aún más

Castilla y León se une y cierra filas con las víctimas del terrorismo. Las Cortes aprobaban ayer por unanimidad de todos los grupos parlamentarios la Ley de Reconocimiento y Atención a las Víctimas del Terrorismo, que incluye medidas sociales, fiscales y de apoyo a este colectivo que recibiera hace dos años la Medalla de Oro del Parlamento autonómico.

Con esta nueva norma, la Comunidad se convierte en la novena región de la España autonómica que cuenta ya con una Ley que además de guardar la memoria de las víctimas, las ayudará, reparará y, sobre todo, dignificará.

Medidas de protección a las víctimas, cónyuges e hijos; acceso a tratamientos médicos y psicológicos, quirúrgicos y ortoprotésicos que no cubra el sistema público o privado de salud; ayudas al estudio y gratuidad del comedor escolar y en los programas de conciliación «Madrugadores» y «Tardes en el Cole»; facilitar que una víctima pueda seguir estudiando tras sufrir la acción terrorista; o que tengan prioridad de acceso a centros residenciales para personas mayores, son algunas de las iniciativas sociales que se incluyen e esta Ley.

Una norma que contiene también medidas fiscales como bonificaciones en el Impuesto de Donaciones y Sucesiones pero que, sobre todo, pretende reconocer y guardar la memoria de los afectados y que además se amplía a padres, abuelos, nietos y hermanos.

«Estamos satisfechos por el consenso que ha tenido esta Ley», destacaba el militar salmantino, Juan José Aliste, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, quien asegura, en declaraciones recogidas por Efe, que esta norma «dará más agilidad a todo», aunque cree que tendrá más efectos en «futuras desgracias» que en las víctimas que ya las han padecido.

El vicepresidente y consejero de la presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, era el encargado de defender el proyecto de Ley en las Cortes. En su exposición, destacaba el mensaje de unidad que se lanza a la sociedad con la aprobación de esta norma, y dejaba claro que «quien comete un acto terrorista atenta contra todos».