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Castilla y León

El Patio Herreriano de Valladolid da luz a la escultura española más contemporánea

La muestra «Una dimensión ulterior» reúne casi un centenar de obras de artistas de distintas épocas

La concejala de Cultura, Ana Redondo, y el director del Museo Patio Herreriano de Valladolid, Javier Hontoria, visitan la exposición «Una dimensión ulterior. Aproximaciones a la escultura contemporánea en España»
La concejala de Cultura, Ana Redondo, y el director del Museo Patio Herreriano de Valladolid, Javier Hontoria, visitan la exposición «Una dimensión ulterior. Aproximaciones a la escultura contemporánea en España»larazon

Una exposición ambiciosa donde se dan cita casi un centenar de obras esculturales de una treintena de artistas españoles de distintas épocas, bajo el título «Una dimensión ulterior». De esta manera el Museo Patio Herreriano de Valladolid quiere reivindicar la calidad de este arte en una muestra que ocupa cinco salas del recinto museístico y que fue inaugurada por la concejala de Cultura del Ayuntamiento, Ana Redondo, así como el director del Museo, Javier Hontoria.

Con esta exposición, que se podrá contemplar de manera gratuita hasta el próximo 22 de septiembre, se pretende «poner en valor el arte realizado en España en las últimas décadas, en un momento en que parece que se está gestando un discurso bastante acalorado en torno a la escasa visibilidad que tiene el arte español tanto aquí como en el extranjero», subrayó Javier Hontoria.

«La muestra propone un juego de ritmos, analogías y ecos entre los grandes artistas que encarnaron lo mejor del desarrollo escultórico de España en los 80 y 90 hasta lo que han hecho las generaciones posteriores, marcadas ineludiblemente por el cataclismo que supuso en todas las esferas la llegada de las nuevas tecnologías», explicó.

La gran mayoría de las piezas mostradas proceden de los fondos de la Colección Arte Contemporáneo, que atesora el Herreriano y que posee «un conjunto absolutamente soberbio con ejemplos fastuosos de la tremenda calidad de la escultura española en los 80 y 90». Frente a la «especulación en torno a la masa, la forma y el volumen» que presidió aquella etapa aparecen nuevos discursos creativos.

El itinerario arranca en la Sala 3 con el título «Extrañamiento de lo propio», que se articula en torno a una pieza monumental de Jorge Barbi y alrededor de ella se pueden contemplar tres obras con materiales humildes y efímeros de Fernando García y piezas de Christian García Bello, Jacobo Castellano o el burgalés Diego Delas.

A continuación, se llega a la Sala 4, que se detiene en torno a creadores que han dado forma a piezas con las que transforman el lenguaje en forma física y donde se ven las propuestas de Eva Lootz, Juan López o Nuria Fuster. La «Torsión del cuerpo y del lenguajes» marcan la Sala 5 donde coexisten obras de Pepe Espaliú, Adolfo Scholsser, Carlos Grijalba y Asier Mendizabal.

Ya en la planta superior del Museo, la Sala 6 enfrenta la solidez de creadores como Fernando Sinaga, Pello Irazu, Susana Solano o Cristina Iglesias, que exploraron las posibilidades y la rotundidad de las formas, frente a la ductilidad de las creaciones de Nuria Fuster, la sugerencia de June Crespo o el minimalismo de Ángela de la Cruz. Por último, la Sala 7 lanza interrogantes sobre la relación del tiempo y el espacio con la escultura, con fotografías de Asier Mendizábal la asfixiante instalación sonora de Itziar Okariz «Contrarywise» o las fotografías de ausencias de Patricia Dauder.