Castilla y León

«Ganaderas en red» logra fijar población en los pueblos de León, Zamora y Burgos

Esta asociación reúne a mujeres comprometidas con el ganado extensivo, sobre todo en explotaciones familiares

Violeta Alegre, pastora integrante del proyecto «Ganaderas en red», junto a parte de su rebaño
Violeta Alegre, pastora integrante del proyecto «Ganaderas en red», junto a parte de su rebañolarazon

Las mujeres reivindican su papel en el campo al frente de explotaciones de ganadería extensiva y su fuerza a la hora de fijar población en los pueblos.

La asociación «Ganaderas en red» de productoras de extensivo, con socias de toda España, tiene una fuerte representación en Castilla y León, donde trabajan el 34 por ciento, la mayoría en León y Zamora.

Las mujeres rurales suponen una pequeña parte de la mano de obra en la agricultura y ganadería. Es por ello que «Ganaderas en red» quiere visibilizar el papel de la mujer en el campo y el trabajo que desempeñan las ganaderías familiares extensivas en comarcas con pocas alternativas económicas en otros sectores.

La agrupación ganó el pasado año el premio «Extraordinario de Excelencia a la Innovación de Mujeres Rurales» concedido por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama).

Unidas gracias a las redes sociales, las socias de esta entidad afirman que «hay que ver más las realidades del mundo rural, que se dejan de lado».

Como ganaderas no piden subvenciones, sino que «se nos agilicen las trabas burocráticas y los trámites de la administración con la PAC, los pastos, los saneamientos o el problema del lobo».

Ellas luchan también por hacerse ver frente a las grandes explotaciones ganaderas. «Son responsables de la emisión masiva de gases de efecto invernadero y la deforestación, así como de la degradación de la tierra», asegura el colectivo.

También se preocupan por la «contaminación ambiental, las malas condiciones de los trabajadores y las emergencias de salud a nivel global, tales como la resistencia a los antibióticos».

Violeta Alegre, pastora leonesa integrante del proyecto, es la única mujer que guarda un hatajo de ovejas en los puertos de montaña y la primera en acceder a la titularidad compartida de la provincia.

Explotaciones como la suya están «en minoría y no tenemos ni voz ni voto frente a los ''lobies'' de la carne, los ecologistas y de la caza», algo en lo que coincide Charo García, zamorana y también socia de la red.

También defienden el pastoreo tradicional, en el que los pastores acompañan permanentemente al ganado para evitar el ataque de depredadores, como el lobo. «Está mejor valorado el lobo que los ganaderos. El cánido tiene un 95 por ciento de la empatía de la sociedad urbana y nuestros animales el 5 por ciento restante», lamentan ambas.