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Irak

Jumana Trad alerta de un «genocidio cristiano» en las zonas de Siria e Irak

La presidenta de la FPSC realiza este aviso en la jornada «Mujeres en Diálogo» celebrada en Tordesillas

La presidenta de la Fundación Promoción Social de la Cultura y experta en Oriente Medio, Jumana Trad larazon

La Fundación Promoción Social de la Cultura (FPSC) es una institución privada y sin ánimo de lucro. Desde 1987, a través de sus programas y proyectos, trata de promover un desarrollo humano, social y económico acorde con la dignidad de la persona y respetuoso con la identidad cultural de los pueblos y grupos sociales. Su filosofía se asienta sobre un modelo de «organización pequeña, ágil e independiente», lo que le permite fortalecer y capitalizar el trabajo realizado y acometer los retos futuros a través de una alta capacidad de gestión, optimización de recursos y economía de costes.

Desde junio de 2001 está acreditada como Organización No Gubernamental, y desde 2004 reconocida como Entidad con Estatuto Consultivo General ante el Consejo Económico y Social (Ecosoc) de Naciones Unidas. Su presidenta, la libanesa Jumana Trad, participó ayer en la jornada «Mujeres en Diálogo 2016» en la localidad vallisoletana de Tordesillas. En la tertulia habló sobre la persecución de los cristianos en Siria e Irak , denunciando un «genocidio», una limpieza religiosa. «Lo que está sucediendo es muy grave. Está desapareciendo el cristianismo en una zona donde nació, a manos de unos grupos extremistas que nadie consigue parar. Quedan menos de 300.000 cristianos en Irak y medio millón en Siria. Sufren una persecución, por no hablar de los secuestros que sirven para financiar a estas organizaciones terroristas», cuenta a LA RAZÓN.

La situación en Siria es ya conocida por todos. El Estado Islámico ha intentado hacerse con el poder aprovechando la Revolución, y con el apoyo de parte de las tropas rebeldes. Además, algunos grupos yihadistas combaten tanto contra el gobierno como contra el Estado Islámico. Uno de los más grandes y activos es el Frente Al-Nusra. Hasta el momento este drama se ha cobrado más de cuatro millones de refugiados sirios en países vecinos como Jordania, Líbano y Turquía, según datos de Acnur. El 52 por ciento de los afectados son menores de edad, llegando a ser sólo en Líbano más de 400.000. Estas circunstancias afectan directamente a la educación de los niños. Parte esencial para el desarrollo de una sociedad. Entre 1999 y 2008, 28 millones de niños en edad de cursar primaria en 35 países en conflicto no fueron a la escuela, es decir, un 42 por ciento. Por ejemplo, antes de 1990 (Primera Guerra del Golfo), Irak tenía una de las tasas de escolarización más altas del mundo. En la actualidad está por debajo de países como Zambia.

Jumana Trad explica que la FPSC trabaja atendiendo a las familias de refugiados sirios desde el inicio del éxodo masivo. Za’atri, en el norte de Jordania, donde la Fundación cuenta con una clínica para atender personas con discapacidad, es el segundo mayor campo de refugiados en el mundo con una población superior a 80.000 personas. En situación de máxima vulnerabilidad se encuentran los que sufren algún tipo de discapacidad (un 15 por ciento del total). Muchos de ellos lo son debido al efecto devastador del conflicto armado: un alto número presenta amputaciones. Las actividades de emergencia de la FPSC dan prioridad a la atención de este colectivo, especialmente a los niños, mediante la atención personalizada y el suministro de sillas de ruedas, dispositivos ortopédicos y otras ayudas técnicas.

Por otra parte, recuerda que el obispo de Alepo (mayor ciudad de Siria), monseñor Antoine Audo, pudo aprovechar un alto el fuego y viajar a Madrid por invitación de la Fundación. Allí explicó que los yihadistas del Daesh atacaron la única ruta abierta con la ciudad e impidieron la llegada de comida. En estos momentos está partida en dos: la parte oeste, en poder del Gobierno, y la este, semidestruida, controlada por varios grupos rebeldes que tienen por denominador común el islamismo extremista que manipula la religión para llegar al poder. Antes de la guerra vivían unos 260.000 católicos y ortodoxos. En la actualidad han partido en diferentes direcciones y sólo quedan 50.000. El obispo considera esencial la continuidad de la presencia cristiana en esta zona, por ser «la tradición árabe de la Iglesia primitiva».

«Desafíos» del islam

Asimismo, la presidenta de la FPSC destaca que junto a ese islam violento existe un islam respetuoso, que acoge y ayuda a los cristianos. Sin embargo, recalca dos desafíos claves a los que se ha de enfrentar esta religión. «Por un lado, debe responder y avanzar en relación a los cambios de la sociedad moderna. Por otro, desde el diálogo y la reforma, tiene que solucionar los enfrentamientos que se suceden entre ellos mismos», apunta. Y es que la lucha entre suníes (90 por ciento de los musulmanes) y chiíes ha provocado grandes conflictos y muertes.

La escisión del islam en dos grandes ramas hunde sus raíces en el siglo VII. La razón fue la discrepancia dentro de los fieles sobre quién debía ser el sucesor del profeta como líder espiritual y político, pues Mahoma no había fijado una fórmula concreta. Los suníes siguieron a los primeros califas posteriores, mientras que el grupo chiíes defendía que se debía continuar con la línea familiar del profeta, es decir, su yerno Alí. Esta división ha tenido implicaciones políticas y sociales en el Medio Oriente. Una pequeña diferencia de interpretación que han utilizado segmentos extremistas para derramar sangre inocente.

«A la UE le ha pillado desprevenida esta situación, pero debe actuar en esas zonas»

A escasos cuatro días de que la UE comience a devolver refugiados e inmigrantes a Turquía, por el acuerdo suscrito el 20 de marzo, las críticas internacionales en contra de este pacto continúan aumentando. Entre ellas se encuentra la de Amnistía Internacional, que publicó un informe en el que denunciaba «devoluciones masivas» de refugiados a Siria. Además, recalca que Turquía «no es un país seguro, y que cada día lo es menos». Jumana Trad no quiere entrar a valorar todavía este acuerdo, pero va más allá. «Es una situación que ha pillado desprevenida a Europa. Se tiene que poner en marcha junto con todas las organizaciones y asociaciones con el objetivo de solucionar los problemas internos de estas zonas de conflicto, con el pensamiento firme de que los derechos humanos deben estar por encima de todo», dice.