Política

Castilla y León

La delegada del Gobierno de España en Castilla y León anima al Ejército en su empeño por acercarse y servir a la sociedad

Virginia Barcones se reúne en el Palacio Real de Valladolid con el general José Rivas

La delegada del Gobierno de España en Castilla y León, Virginia Barcones, junto a los mandos de la Cuarta Subinspección del Ejército, que dirige el general, José Rivas Moriana
La delegada del Gobierno de España en Castilla y León, Virginia Barcones, junto a los mandos de la Cuarta Subinspección del Ejército, que dirige el general, José Rivas Morianalarazon

La delegada del Gobierno del Reino de España en Castilla y León, Virgina Barcones, animó al Ejército en su empeño por acercarse y servir a la sociedad.

En este sentido destacó la «presencia y relevancia que el Ministerio de Defensa tiene a día de hoy en nuestra Comunidad».

Así, el personal militar, que el Ejército de Tierra tiene desplegado en Castilla y León es de 6.128 personas a las que hay que unir el personal civil, otras 633, por lo que, en total, se acercan a 6.800 las personas que trabajan.

Virgina Barcones señaló que el impacto económico del mantenimiento de estos servicios supera al año los 316 millones, puesto que, con datos del pasado año, ya únicamente el capítulo 1 de los Presupuestos Generales del Estado destina a gastos de personal 216,5 millones, a los que hay que añadir otros 6,7 en contrataciones de bienes y servicios más casi cinco millones en inversiones reales y otros 2,5 en Operaciones de Mantenimiento de Paz.

La delegada recordó que las operaciones actuales de las Fuerzas Armadas fuera de España se llevan a cabo en Senegal, Mauritania, Cabo Verde, Mali, República Centroafricana, Somalia, Irak o Bosnia, entre otros muchos lugares del mundo.

Barcones pudo conocer en profundidad la organización, funcionamiento y cometidos de la Cuarta Subinspección General del Ejército de Tierra (Suige), con sede en el Palacio Real de Valladolid.

De la mano, del general de brigada, José Rivas Moriana, jefe de la Suige y, además, comandante militar de Valladolid y Palencia, recorrió este monumento que fue la residencia oficial de los Reyes en Valladolid, cuando esta ciudad fue sede de las Cortes, entre 1601 y 1606. Allí vivieron Carlos I, Felipe II y Felipe III, y nació Felipe IV. Incluso se alojó en él Napoleón Bonaparte durante la Guerra de Independencia.

«Unificar servicios»

Por su parte, el general Rivas Moriana propuso como retos de futuro «racionalizar y unificar servicios, adecuar las infraestructuras a los sistema de gestión ambiental, poner en marcha un plan integral de orientación laboral y difundir la cultura de Defensa».

Para el cumplimiento diario de su trabajo, la Cuarta Subinspección Noroeste se articula en una jefatura, cuya cabecera está en el Palacio Real, desde donde ejerce el mando de cinco unidades de servicio de base: Araca (Vitoria), Cid Campeador (Burgos), Conde Gazola (León), General Morillo (Pontevedra) y El Empecinado (Valladolid).

Desde 1876, en que el Palacio Real se cediera al Ramo de la Guerra y se convirtiera en sede de la Capitanía General de Castilla la Vieja, este edificio ha estado siempre vinculado a Defensa. Más de 140 años en el que ha sido testigo numerosas transformaciones.