La Rondilla, a la cabeza de España en acción vecinal

El popular barrio vallisoletano de la Rondilla es un ejemplo de movimiento vecinal ciudadano en España. Desde hace doce años la Fundación del mismo nombre atiende a cientos de mayores, jóvenes, parados e inmigrantes a los que ayudan a mejorar su calidad de vida con acciones educativas, culturales y de lucha contra la exclusión social.

Su presidenta, Carmen Quintero, atiende a LA RAZÓN para explicar la labor de esta entidad, que trabaja sin descanso por sus vecinos.

Lo que antes se llamaba Educación de Adultos ahora es Aprendizaje a lo Largo de la Vida. Con esta actividad «buscamos conseguir la participación de los mayores en la sociedad y que adquieran una mayor cultura y manejo», explica Quintero.

Los cursos de alfabetización, inglés, informática, Arte e Historia o tertulia literaria cuentan con una participación anual de más de 300 vecinos con ganas de seguir aprendiendo y mejorar sus competencias.

Desde la Fundación Rondilla también «ofrecemos apoyo escolar para chicos de Primaria y Secundaria», añade su presidenta, quien asegura que tras el momento de estudio muchos se quedan en la sede de la entidad, situada en la calle Nebrija, número 19, para sumarse a las actividades de ocio y tiempo libre, con las que se trabaja en la prevención de conductas de riesgo y se fomenta la convivencia intercultural, al tener muchos de los participantes otras costumbres.

Tampoco se olvidan de los jóvenes del barrio, a los que ayudan a prepararse las pruebas de acceso a los estudios de Grado Medio al tiempo que fomentan un uso del ocio sano y creativo.

Sin embargo, uno de los trabajos más intensos que se realizan desde la entidad se llevan a cabo en el área de Orientación e Inserción Laboral. Miembro del programa Incorpora de La Caixa, la Fundación Rondilla cuenta con convenios de colaboración con 95 empresas y consigue cada año «más de 180 contratos con compañías», a los que se suman los «dos o tres diarios que se firman vinculados al servicio doméstico, con mucha demanda en nuestra ciudad, sobre todo para el cuidado de mayores», añade Carmen.

Acogida y acompañamiento

Además, una de las prioridades de la entidad sigue siendo la integración de las personas inmigrantes que llegan a la Rondilla, «que ha sido siempre un barrio de acogida», subraya la presidenta de la Fundación.

Todos los que acuden a sus servicios, de 32 nacionalidades diferentes, reciben una acogida muy humana y asesoramiento social y jurídico.

«Si saben español, les ayudamos a buscar empleo, y si no, les enseñamos nuestra lengua», detalla Quintero, quien añade que también les enseñan «nuestros usos y costumbres para que tengan un futuro y se integren en nuestra sociedad», concluye.