La Universidad de Salamanca se viste de Cultura en julio con propuestas musicales y teatrales de altura

Propuestas musicales y teatrales de envergadura son las que ha programado la Universidad de Salamanca (USAL) para este verano donde se podrá ver la obra «Siempre pícaros» de la compañía Garufa Teatro, así como las actuaciones de Rafael Álvarez «El Brujo» o la música de Martirio y Chano Domínguez.

Así lo daban a conocer el vicerrector de Política Académica y Participación Social, Enrique Cabero, y el actor y director teatral José Antonio Sayagués, junto al autor de la obra que se estrena, José Gabriel López Antuñano. Una obra, «Siempre pícaros» que cuenta con una gran raíz histórica, lingüística y literaria en la tradición cultural salmantina y de la USAL.

En el apartado de la escena y además de este estreno teatral, la programación incluye la puesta en escena de «Dos tablas y una pasión», a cargo de Rafael Álvarez «El Brujo», «El Rey Lear» que subirá a las tablas del Teatro Juan del Enzina la compañía Atalaya Teatro y «Entre bobos anda el juego» por Noviembre Compañía de Teatro.

Otro eje importante serán las actuaciones musicales, que comenzarán el 9 de julio de la mano de Martirio y el pianista Chano Domínguez, con el concierto «A Bola de Nieve», un homenaje al gran cantante, pianista y compositor cubano Bola de Nieve, en el que se une jazz, flamenco y bolero. La segunda actuación programada correrá a cargo de Rocío Márquez, la nueva generación del cante jondo, con la presentacion de «Visto en el jueves» (16 de julio). La onubense trae un ejercicio de memoria flamenca, usando y remezclando canciones encontradas en el histórico mercadillo de antigüedades de El Jueves de la Calle Feria de la capital sevillana.

Y la danza también tendrá un hueco en el festival, con el espectáculo «Naturalmente flamenco» de la compañía Ballet Flamenco de Andalucía, que tendrá lugar el 24 de julio.

Durante la presentación, Sayagués se ha referido a la vigencia de la picaresca de los siglos XVI y XVII en la actualidad y ha definido a los pícaros como «personas que hacen daño porque están desgarradas de la sociedad n la que medran cueste el precio que cueste, sin tener en cuenta la cantidad de muertos que quedan por el camino».

Finalmente, López Antuñano ha revelado que tras releer la novela picaresca de los siglos XVI y XVII encontró «muchos personajes que tenían hoy una continuidad y que había muchas situaciones que se daban que actualmente continúan siendo reales». «Lo que se intenta es que el espectador tenga un espejo donde mirarse y reconocerse», dijo.