La corporación municipal de la capital leonesa, encabezada por Antonio Silván, cumplió con la tradición de la solemnidad de la Inmaculada Concepción y se desplazó desde la sede consistorial de San Marcelo, acompañados de maceros, clarín y timbal hacia el convento de las Concepcionistas para asistir a la eucaristía que se celebró en la iglesia de su Monasterio antes de saludar a las religiosas. Posteriormente, se dirigieron a la Plaza Mayor, donde tuvo lugar una glosa literaria a cargo del cronista de la ciudad, Máximo Cayón.