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Valladolid

Miles de aficionados al rugby celebran el triunfo liguero de El Salvador frente al Entrepinares

Los jugadores de El Salvador celebran el título de Liga obtenido larazon

Dice el sabio refranero popular que quién da primero, da dos veces. Y es lo que ha hecho el Silverstorm El Salvador en apenas un mes. Dar dos golpes mortales a su eterno enemigo para llevarse los dos títulos del rugby español, en un doblete histórico para la entidad que, en palabras de su técnico, Juan Carlos Pérez, es fruto de la unión del vestuario, además de recuperar la hegemonía perdida hace varios años del deporte del oval en nuestro país.

Y los colegiales lo han hecho contra todo pronóstico, ya que el VRAC Quesos Entrepinares venía dominando en los últimos años e incluso en este había sido el mejor equipo durante la temporada regular. El primer mazazo colegial era la Copa del Rey, en un partido histórico celebrado en el estadio José Zorrilla de Valladolid ante casi treinta mil personas. Y el segundo, ayer, en los campos de Pepe Rojo, abarrotados hasta la bandera con más de cinco mil personas en las gradas, en una apasionante e igualada final de la Liga que se decidía «in extremis» gracias a un magistral golpe de castigo de Sam Katz siete minutos después de que concluyera el tiempo reglamentario, que ponía el 23-24 definitivo que llevaba la alegría a la hinchada blanquinegra y la decepción a la blanquiazul y quesera.

Un partido que ha vuelto a poner a Valladolid en el foco del rugby español, cuyos dos equipos han demostrado que son los más fuertes del país, y que cuentan además con las dos mejores aficiones de un deporte del que siempre se ha dicho que es un juego de villanos jugado por caballeros. Con este título, El Salvador suma su octava Liga, tras seis años de sequía.

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