Política

Castilla y León

Sáez Aguado recuerda que la falta de médicos se resolverá si se implica el Gobierno de España

El consejero de Sanidad aplaude la distribución alimentaria de los hospitales de Zamora en sus 10 años de vida

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, visita la cocina de línea fría del Complejo Asistencial de Zamora, en su décimo aniversario
El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, visita la cocina de línea fría del Complejo Asistencial de Zamora, en su décimo aniversariolarazon

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, recordó que el déficit de profesionales de la Medicina solo se resolverá «con la implicación del Ministerio». Así de contundente se mostró en el Hospital de Zamora, donde aseguró que este problema «debe ser objeto de debate nacional» ya que se está registrando «en todas del Comunidades».

«En Castilla y León hemos tomado algunas medidas, como prolongar la jubilación a los médicos de familia que lo han solicitado, la habilitación a los profesionales extracomunitarios que hacen su especialidad para trabajar en Sacyl y la convocatoria de oposiciones», enumeró.

En este sentido, Sáez Aguado recalcó que la Junta ha convocado en los últimos dos años «más de 600 plazas de médicos de familia y va a sacar otras 500, además de un concurso de traslados».

El consejero realizó estas declaraciones antes de visitar las instalaciones de la cocina central del Complejo Asistencial zamorano, cuyo modelo de línea en frío cumple diez años con casi un millón y medio de menús, del que destacó que se trata de un «modelo pionero y de éxito».

Al respecto, indicó que en la década que lleva funcionando en Zamora ha despertado el interés de otras cocinas colectivas de España y de otros países.

Profesionales de naciones como Francia, Alemania, México o Panamá visitaron las instalaciones en la que trabajan 79 profesionales y que cuentan con dietistas y endocrinos que elaboran las dietas hospitalarias individualizadas junto a los responsables de cocina.

Este sistema se implantará también en los hospitales públicos de Salamanca el próximo año, cuando concluyan las obras que se acometen en el complejo hospitalario salmantino.

Este modelo consiste en elaborar los alimentos mediante técnicas de cocinado y cocción tradicionales que se concluyen con el refrigerado de la comida, para bajar su temperatura hasta los cinco grados, lo que permite conservarla entre cinco y 21 días antes de volverla a calentar a la hora de servirla.

De esta forma, se alarga la vida útil de los alimentos y se mantiene la calidad a la hora de distribuir los menús entre los pacientes hospitalizados.