Maternidad

Dos artistas rompen el silencio y hablan del aborto espontáneo un tema tabú que sufre 1 de cada 5 mujeres

La ilustradora Paula Bonet publicará el 13 de septiembre «Roedores», un libro en el que comparte la experiencia de dos abortos espontáneos
La ilustradora Paula Bonet publicará el 13 de septiembre «Roedores», un libro en el que comparte la experiencia de dos abortos espontáneoslarazon

Como cada día desde que falleció su madre, al salir del trabajo, Laura llamó a su hermana Julia para preguntarle qué tal había ido el día. Julia le contó que había ido con las compañeras del trabajo al teatro, a ver «Una gossa en un descampat». «¿Por qué haces eso?», le chilló Laura desde el otro lado del teléfono. No quería haberle gritado, fue una reacción instintiva, para protegerla. Julia perdió a su primer hijo a los cuatro meses de embarazo de un aborto espontáneo. Era un bebé muy buscado que llegó tras tres años y una in vitro. Luego sucedió un milagro y quedaría embarazada de Sara, pero eso es otra historia.

Laura también tuvo un aborto espontáneo a las nueves semanas entre Marc y Bruna, sus dos hijos. El día que le hicieron el raspado, para aspirar los restos y dejar el útero limpio, su ginecóloga, la doctora Luisa Burrel, le dio un abrazo y le dijo al oído: «Llora, hija, has de hacer el duelo por este bebé». Laura entendió lo que decía cuando su amiga Ana perdió un bebé a los ocho meses y tuvo que parirlo muerto. Desgarrador. Lo mismo le pasó a la dramaturga Clàudia Cedó, la autora de «Una gossa en un descampat», la obra de teatro que Laura no quería que su hermana pequeña viera para. Cedó perdió a su bebé en el quinto mes de embarazo. También lo tuvo que parir. «Tuve que pasar por el parto sabiendo que el niño nacería muerto. No sabía que las cosas funcionan así cuando ya estás de cinco meses», dice. Y convirtió el proceso de duelo en una obra de teatro que habla de un tema que muchos consideran tabú.

«Una gossa en un descampat» habla de una experiencia dramática que viven muchas mujeres, pero de la que apenas nadie hablaba... hasta ahora. Cedó no es la única artista que ha roto el silencio. El pasado 15 de enero, la ilustradora Paula Bonet publicó una fotografía en Instagram que decía «autorretrato en ascensor con embrión con corazón parado». Quería explicar que había sufrido su segundo aborto espontáneo en un año. Que «es acojonante que nadie lo cuente con la de casos que existen». «Cuando un óvulo y un espermatozoide se unen puede dar error y si es importante, la naturaleza es sabia e interrumpe el proceso», explica el doctor Pedro Barri.

Cuando supo que estaba embarazada de su primer bebé, a quien llamaba cariñosamente ratón, Bonet le escribió un cuento. El 13 de septiembre publicará «Roedores», un libro en el que comparte la historia de sus dos abortos.