Enfermedades

«El autotest no es una herramienta para reducir las infecciones»

Ferran Pujol, director de Bcn CheckPoint, cree que «harán el autotest quienes ya están habituados, más que los que nunca lo han hecho».

Ferran Pujol, director de Bcn CheckPoint
Ferran Pujol, director de Bcn CheckPointlarazon

Ferran Pujol, director de Bcn CheckPoint, cree que «harán el autotest quienes ya están habituados, más que los que nunca lo han hecho».

–¿Se acaba de poner a la venta en farmacias la prueba de autodiagnóstico del VIH. ¿Qué avance supone en el control y erradicación de la enfermedad?

-Me parece un avance que una persona decida hacerse el test en su intimidad y que eso quizá permita que afloren infecciones no diagnosticadas. Sin embargo, ojalá y me equivoque, veo poco futuro a esta herramienta; creo que parte de un mal planteamiento, lo cual no significa que estemos en contra del autotest. Nos parece una herramienta adicional que puede llegar a hacer aflorar alguna patología no diagnosticada, pero plantearse que con el autotest conseguiremos reducir el diagnóstico tardío o las nuevas infecciones que se están produciendo y que están como estancadas o estabilizadas desde hace tiempo en el estado español, lo veo complicado porque comercializarlo parte del concepto de que hay una bolsa de personas que no se han hecho nunca la prueba o que están infectadas desde hace tiempo pero no están diagnosticadas, las cuales representan un 18%, a quienes se les adjudica la responsabilidad de las nuevas infecciones que se están produciendo. Esto no tiene lógica desde el momento que este 18% no puede ser capaz de provocar todas las nuevas infecciones porque deberían ser los mismos emisores, vectores, quienes acabaran infectando a todo el resto de casos que se registran anualmente en España.

-Entonces, ¿cómo se explican las nuevas infecciones y el estancamiento del número de nuevos contagios anuales?

-En España tenemos una epidemia concentrada prácticamente en un solo grupo de población, que son aquellos hombres que tiene relaciones sexuales con otros hombres, y este grupo responde muy bien a aquellas recomendaciones que le hacemos desde hace años, que se resumen principalmente en hacerse la prueba del VIH periódicamente y esto ha dado sus frutos. En nuestro centro, que es el primer centro de diagnóstico del VIH en España por el número de casos –cerca del 40%en Cataluña-, en la actualidad, más del 60% de los casos que diagnosticamos cada año, son infecciones que se produjeron menos de tres meses antes del diagnóstico. Es decir que, hemos sido muy eficientes a la hora de diagnosticar de forma precoz, pero aún así no logramos detener o frenar las nuevas infecciones. Ahí está el problema: si vamos diagnosticando pero en paralelo no somos capaces de evitar que se produzcan nuevas infecciones, estamos casi siempre en el mismo punto, que es lo que se traduce en una epidemia estabilizada, que es lo que se produce en España, entre 3.500 y 4000 nuevos casos cada año, y de ahí no nos movemos. Entonces, estas nuevas infecciones vienen precisamente de gente que se hace la prueba con mucha frecuencia pero que, entre prueba y prueba, se acaba infectando debido a la elevadísima incidencia que tiene la infección en su grupo, en su colectivo. La entrada del autotest como herramienta que nos lleve a reducir de forma significativa las nuevas infecciones, yo no lo veo. Creo que el autotest, como mucho, ayudará a que algunas personas se diagnostiquen quizá antes.

– ¿Qué personas cree entonces que usarán la prueba?

–Sobre todo personas que ya están habituadas a hacerse el test más que personas que no se lo han hecho nunca. Creo que las personas que no se hacen habitualmente la prueba es principalmente por dos motivos. Por un lado, por el miedo y el terror, que les lleva a una situación de bloqueo porque es algo que nos puede resultar muy doloroso o muy definitivo. El otro factor es no percibirse como tributario de una infección por VIH. Con esto quiero decir que las personas que se van a hacer la prueba comprándosela en la farmacia normalmente están habituadas a hacerse la prueba de control y son víctimas de ansiedad momentánea

–¿Y qué implica el poderse hacer la prueba de forma autónoma, sin la presencia o asesoramiento de un profesional?

–La prueba del VIH, cuando resulta positiva, causa un impacto emocional brutal porque a menudo la gente se culpabiliza. Lo primero que hay que trabajar tras el diagnóstico es que la gente se desculpabilice, porque no se le ha explicado que contrae la enfermedad por estar mal situado epidemiológicamente, porque la probabilidad por el solo hecho de ser gay es inmensa y por ello la reacción es culpabilizarse, hundirse, y esto hay que pararlo de inmediato. Con el autotest no hay este acompañamiento y esto tiene unos efectos gravísimos porque sin el apoyo psicológico que requiere ese paciente, resulta que en tres meses lo estabilizamos clínicamente, en muchos casos con una única pastilla al día que le va a controlar la carga viral y la infección no le va a limitar en nada ni le va a cambiar la vida, pero emocionalmente no. Por último, me preocupa que se haga un mal uso de esta prueba, como por ejemplo que no decidas tú hacertela, sino un marido machista, un proxeneta que obligue a las chicas que están en trata, padres que sospechen de sus hijos o hijas... Yo no digo que los contras superen a los pros, pero creo que esta prueba no va a frenar la infección. A nivel individual yo le veo algunos beneficios, pero a nivel colectivo y poblacional, creo que no nos ayudará a controlar la epidemia

–¿Qué grado de fiabilidad tiene la prueba?

-Altísimo. En los casos negativos hay que tener en cuenta los períodos de ventana, porque la persona puede estar infectada hace tres semanas y aún no haberse generado los anticuerpos, que es lo que detecta la prueba. En el caso de los positivos, hay que hacer la prueba confirmatoria e ir al médico y es poco probable pero puede ser un falso positivo también. Sería preliminarmente positivo con un 99% de probabilidades.

–¿La prueba estaba a la venta con anterioridad en farmacias de otros países?

-En Estados Unidos está a la venta desde 2012, en Reino Unido desde el año pasado... Pero no hay muchos datos sobre cómo está funcionando porque se pierde el trazo de las personas. De todas formas, era un clamor, la gente la pedía desde hace años porque están convencidos de que tenemos un grupo de personas con VIH en España, de los cuales un 18% no están diagnosticas y supuestamente, de ahí se escapan todas las nuevas infecciones, pero no es exactamente así. Lo que acaba determinando que una infección se produzca o no es la probabilidad, por el VIH que hay en el entorno.