Escultura

Jaume Plensa se instala en «L’Hotel París»

El artista realiza una edición de bibliófilo de uno de los poemarios de Estellés

Jaume Plensa, ayer, junto al estuche para su edición de «L’Hotel París»
Jaume Plensa, ayer, junto al estuche para su edición de «L’Hotel París»larazon

El artista realiza una edición de bibliófilo de uno de los poemarios de Estellés.

Jaume Plensa ayer no acertaba a adivinar cuándo llegó por primera vez a sus manos «L’Hotel París», uno de los más celebrados poemarios del inolvidable valenciano Vicent Andrés Estellés. Lo que pudo rememorar es que «era un libro en una edición muy sencilla [la mítica colección Llibres de l’Escorpí de Edicions 62]. Dentro de ese volumen que encontré a un poeta extraordinario». Tal fue el impacto que quiso conocer al poeta, por lo que viajó hasta Valencia para encontrarlo. Fue en 1985. «Lo que pensé que sería una hora de conversación se convirtieron en dos días inolvidables en los que hablamos muchos, fumamos y bebimos», explicaba Plensa.

Ese impacto todavía hoy dura. Buena prueba de ella es la edición de bibliófilo que Plensa acaba de realizar para Enciclopèdia Catalana de «L’Hotel París». Plensa ha construido un libro que cuenta con dos ediciones diferentes: una de únicamente 75 ejemplares numerados, firmados por Plensa, con un estuche numerado de cobre, firmado a mano por el artista, con un grabado calcográfico sobre papel hecho a mano, y otra edición de 999 ejemplares numerados, con estuche numerado y la firma del escultor grabada con láser. El primero tiene un precio de 6.900 euros y la segunda edición cuesta 3.495 euros.

«He intentado encontrar los mecanismos y las técnicas necesarias para poder hacer este libro. Es un homenaje a esa poesía que va formando a la sociedad», comentó el artista. Ese homenaje parte también de aquel encuentro en la playa de la Malvarrosa con Estellés cuando le autorizó a ilustrar «L’Hotel París». Sin embargo, el editor del poeta no estuvo de acuerdo con la propuesta, con lo que el proyecto ha estado dormido durante casi tres décadas.

En ese tiempo, Jaume Plensa se ha convertido en uno de los artistas catalanes de mayor proyección internacional, con obras en medio mundo y una agenda de vértigo. Pero eso no ha hecho que su interés por la poesía haya disminuido. Y Estellés es uno de sus indiscutibles poetas de cabecera. «No hay poetas que tengan una aproximación tan profunda como él a la vida y a la muerte. Es mucho más salvaje que José Ángel Valente, pero está muy cerca de él y de los místicos en cuanto a profundidad», aseguró el responsable de la edición bibliográfica de «L’Hotel París».

Para el artista es evidente que hay una línea común entre la propia creación artística y el propio ser. «El arte es consecuencia de la vida. Cuando me preguntan sobre una escultura cuál es el material que se ha empleado, yo siempre hablo de la vida», argumentó.

A Jaume Plensa también se le preguntó ayer por los muchos y nuevos proyectos que hay en su agenda, destacó la invitación recibida por parte de la comunidad benedictina de Montserrat para que haga una escultura para el lugar, que conoce bien y al que de pequeño acudía con sus padres, a dormir «en una de las celdas, donde ellos pasaron la luna de miel». Para Plensa, que reconoció no ser nada religioso, la propuesta de Montserrat «tiene una carga espiritual y simbólica enorme».

Estados Unidos fue uno de los principales destinos del escultor a lo largo de este años que se acaba, como lo demuestra su paso por Nueva York o Chicago.

Pero será el próximo año cuando se cumpla lo que parecía una asignatura pendiente de nuestros museos.

Será en el mes de noviembre cuando la obra de Jaume Plensa se instale en el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba) y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. En el centro barcelonés, su director, Ferran Barenblit, al que conoce desde que era un adolescente, prepara una muestra «con una mirada al pasado», mientras que para el Reina Sofía habrá «un proyecto específico».