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Los recortes empujan a Cataluña a la cola de Europa en inversión educativa

El Govern debe destinar 1.500 millones en educación para igualar la media española, que equivale al 4,4% del PIB. Los niños catalanes logran resultados «mediocres» que no se corresponden con el nivel del país

Según los datos de la Fiscalía, la criminalidad cometida por menores no varió en demasía de 2017 respecto 2016
Según los datos de la Fiscalía, la criminalidad cometida por menores no varió en demasía de 2017 respecto 2016larazon

Ser el alumno más esmerado en aplicar las políticas de austeridad que desde Berlín dictaba Angela Merkel durante los años de la crisis sirvió a Artur Mas para empujar a Cataluña a la cola de la Unión Europea en inversión educativa.

Ser el alumno más esmerado en aplicar las políticas de austeridad que desde Berlín dictaba Angela Merkel durante los años de la crisis sirvió a Artur Mas para empujar a Cataluña a la cola de la Unión Europea en inversión educativa. En un contexto de recesión económica, con unos intereses de la deuda de más de mil millones y con el incumplimiento de las deudas que España tenía con Cataluña, Mas comenzó a recortar las partidas de educación en el curso 2009-2010. Aunque la Generalitat empezó a revertir la tendencia en 2015, tres años después, los recursos que se destinan a educación son insuficientes. Y la secuela es que los niños obtienen unos resultados académicos «mediocres» que «no se corresponden con un país del nivel de Cataluña».

Lo advirtió ayer el director de Políticas Educativas de la Unesco, Francesc Pedró, durante unas jornadas organizadas por la Fundación Jaume Bofill, cuyo título lo dice todo: «¿Dónde han de ir los recursos en educación los próximos años?». La fotografía actual no es alentadora. Cataluña invierte un 3,9% de su PIB en educación, por debajo de la media española que es del 4,4% de su PIB y muy por debajo de la media de la Unión Europea que es del 5,1% de su PIB. Pero como llegar a una inversión equivalente a la media europea, tal y como plantea la Fundación Jaume Bofill, ya es complicado, supondría destinar 3.000 millones de euros adicionales en educación, por ahora el objetivo debe de ser llegar al 4,4% del PIB para situarse al menos en la media española.

El director de políticas educativas de la UNESCO cree que este es un escenario «más posibilista». Implicaría aumentar el presupuesto entre 1.200 y 1.500 millones de euros. Y permitiría luchar contra la segregación, garantizar la gratuidad total de la enseñanza obligatoria o al acceso universal al primer ciclo de educación infantil.

Pedró y la Fundación Bofill plantearon un reto al equipo del conseller de Ensenyament, Josep Bargalló, cuando dijeron se ha de aprovechar la salida de la crisis para invertir más en educación. Pusieron el foco en cinco aspectos. Uno, universalizar el acceso a la educación infantil entre los 0-3 años. Garantizar la inclusión en la educación infantil de los 60.000 menores de 3 años en riesgo de exclusión tiene un coste anual de 205 millones de euros.

Dos, que la enseñanza obligatoria sea gratuita, independientemente de su titularidad. Esta medida costaría 404 millones de euro para todo el alumnado y 112 millones si solo se tienen en cuenta las familias en riesgo de pobreza. Pedró destaca que no conoce ningún país europeo en el que las familias tengan que pagar por la enseñanza obligatoria como en Cataluña. Y advierte que el factor económico segrega al alumnado y frena el éxito educativo. Según la Fundación Bofill, el coste estimado por alumno en concepto de material escolar, salidas y actividades, más cuota AMPA es de 400 euros por alumno, sin contar el comedor escolar.

Tres, aumentar la personalización de la enseñanza. Incrementar un profesor por cada tres grupos representaría un coste anual de 442 millones en infantil de segundo ciclo y primaria, y de 172 millones en la ESO.

Cuatro, universalizar la educación hasta los 18 años para reducir el abandono que en Cataluña es del 18% y en la UE del 10%.

Y cinco, aumentar los recursos destinados a los alumnos de los centros de alta complejidad en un 30%. Por menos, los sindicatos USTEC, CGT y Aspec-Sps harán una huelga el 29 de noviembre.