Política

Barcelona

Trias gana enteros para repetir como candidato en Barcelona

Desde el partido aseguran que es el último as en la manga ante las pobres perspectivas electorales.

La opción preferida de Puigdemont, Laura Borràs pierde números en favor del ex alcalde Xavier Trias.
La opción preferida de Puigdemont, Laura Borràs pierde números en favor del ex alcalde Xavier Trias.larazon

Desde el partido aseguran que es el último as en la manga ante las pobres perspectivas electorales.

Los movimientos teutónicos en el seno de la Crida per Catalunya de Puigdemont y en el que fue su partido siguen en plena actividad. La hoja de ruta se deshoja como una margarita y cada día que pasa surgen «nuevas ideas» y «nuevas fórmulas» que pretenden ser imaginativas, pero que en realidad son parches que intentan detener una sangría estratégica que está afectando la solidez de un movimiento político, «el de la derecha catalana de toda la vida», que vaga sin rumbo y sin norte.

Las pésimas expectativas electorales hacen saltar todas las alarmas una vez se ha consumado el No, por activa y por pasiva, de ERC a fraguar listas electorales conjuntas. Barcelona, la capital de Cataluña, es el oscuro objeto de deseo. Ernest Maragall se va a dedicar en cuerpo y alma a su candidatura a partir de hoy mismo, y los de Puigdemont siguen sin candidato. Es más, el entorno independentista, «el de la derecha catalana de toda la vida» ha planteado unas «primarias Catalua» en Barcelona, de la mano del filósofo y tertuliano Jordi Graupera a las que se presentan, nada más y nada menos, que cuarenta candidatos con el viento de cola que impulsa la Asamblea Nacional Catalana dirigida por Elisenda Paluzié, que abandera «listas de unidad» que son listas, pero no tienen nada de unitarias. Si al final estas primarias cuajan en una lista, esta candidatura se enfrentaría directamente con el PDeCAT y Puigdemont porque ocupan su mismo espacio electoral. Puigdemont ha hecho su propia «operación triunfo» paraelegir un candidato de consenso. No le sirven la candidata in pectore elegida en primarias por el PDeCAT, Neus Munté, que fue su vicepresidenta, ni tampoco Ferran Mascarell, uno de sus teóricos de cabecera, que fue delegado del Gobierno de la Generalitat en Madrid. Por eso, propuso la candidatura a un elenco de periodistas y personajes populares. Pilar Rahola, Toni Soler, Antoni Bassas o Mònica Terribas, estuvieron en su diana y todos se pusieron de perfil. Entonces echó mano de Joaquim Forn, ex conseller de Interior y hombre que conoce bien Barcelona por sus años en el consistorio. Forn no se ha negado a formar parte de la lista, pero no quiere encabezarla. La última ocurrencia de Puigdemont y su guardia pretoriana ha sido la elección de Laura Borràs, la consellera de Cultura y persona muy cercana al ex president.

Sin embargo, el perfil de Borràs no agrada en el PDeCAT. «Es demasiado radical y no conecta con nuestro electorado en la ciudad», dicenpersonas influyentes en el partido que tienen incidencia en el actual presidente, David Bonvehí. Este grupo que se podría identificar con la vieja guardia convergente está muy preocupado por la actual deriva y quieren volver a tener voz, dando apoyo a Bonvehí que es tanto como plantar cara a Puigdemont. En los últimos días se han incrementado las reuniones y los contactos para convencer a Xavier Trias, el actual líder del partido en Barcelona, para que dé el paso y presente su candidatura en Barcelona. «Es el único que puede agrupar a nuestro electorado y evitar que se acabe presentando una ocurrencia, que puede provocar que nuestro espacio electoral se disuelva como un azucarillo», afirman. Trias no ha abierto la boca, pero escucha a sus antiguos compañeros con los que comparte «el análisis que hacemos de la situación». Las últimas encuestas electorales dejan al PDeCAT en quinta posición, tras ERC, Comunes de Colau, Manuel Valls y PSC. Sin embargo, en los sondeos internos del PDeCAT, Trias gana de largo a los posibles candidatos, incluido Forn.

Con estas perspectivas la conclusión es sencilla «es nuestro último as en la manga». Se entiende que el PDeCAT continua defendiendo posiciones frente a un Puigdemont que cada día está más débil aunque sigue controlando el «botón nuclear».