Costa rechaza aplazar a marzo los cierres de comercios en domingo

Las grandes superficies y los consumidores pidieron a Economía más tiempo para informar

El próximo domingo 25 de febrero será el primero en el que los comercios de la ciudad de Valencia, todos, permanecerán cerrados al público. Para los representantes de las grandes superficies y de los consumidores, hay muy poco tiempo para informar a la ciudadanía del cambio en los horarios, por lo que pidieron el pasado miércoles al conseller de Economía, Rafael Climent, y al director general de Comercio, Natxo Costa, que se prolongara hasta el 1 de marzo. Aunque el primero se mostró abierto a aplazar una semana el cierre de comercios, Costa fue tajante: el domingo 25 será el primero, ni un día antes ni uno después.

Tanto los comerciantes como los consumidores temen que suceda como cuando Valencia pasó de contar con cinco Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT) a dos, y muchos consumidores se presentaron el primer domingo del cambio horario en centros comerciales que ya no abrían sus puertas.

Eso sí, el conseller se comprometió a ayudar a los representantes de los comercios y de los usuarios a ayudar con una campaña informativa, aunque ellos siguen pensando que esta será demasiado corta.

Para el representante de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) en la Comunitat, Joaquín Cerveró, esto era la «crónica de un cierre anunciado», por lo que no hay sorpresas.

Según el pacto alcanzado en el Observatorio de Comercio el pasado mes de diciembre entre el sector y la Conselleria, las ZGAT de Valencia y la ciudad de Alicante abrirán 38 domingos y festivos al año.

El pasado miércoles en Les Corts el nuevo decreto fue aprobado de manera muy ajustada por el PSPV, Compromís y los cuatro segregados de Cs, «els agermanats», con los votos en contra del PP y la abstención de Cs y Podemos. La formación morada se abstuvo a pesar de ser el sostén del Consell en el parlamento valenciano. El decreto se aprobó mediante procedimiento de lectura única, tras más de un año y medio de negociaciones entre la Conselleria y el sector.