Finanzas

Los 2.392 millones del FLA no alcanzan para pagar la deuda de 2013

Buch retrocede en su promesa y dice que ve «difícil» alcanzar el pleno empleo en 2020

El conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues
El conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragueslarazon

Una de cal y otra de arena. El conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, anunció ayer que el Gobierno central ha dado luz verde a los 2.392 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), para este año.

Una de cal y otra de arena. El conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, anunció ayer que el Gobierno central ha dado luz verde a los 2.392 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), para este año. Sin embargo, lo que podría parecer una buena noticia, no lo es tanto, ya que esta cantidad no abarca la totalidad de la deuda que la Generalitat tiene contraída con sus proveedores.

De esos casi 2.400 millones, 1.679 irán destinados a vencimientos de deuda con entidades extranjeras, mientras que los 713 restantes servirán para cubrir el déficit autorizado para este año, establecido en el 0,7 millones de euros. Eso significa, que esta cantidad servirá para pagar intereses de deuda, pagos a la Seguridad Social y deuda a proveedores de este año, pero no la que queda pendiente de 2012.

Para ello, el conseller explicó que aspiran a obtener parte del remanente de los 23.000 millones habilitados para el FLA de este año y de los más de 3.000 millones que sobraron del plan de pago a proveedores del año pasado.

Pero de momento se desconoce qué cantidad sobrará del FLA de 2013, puesto que ni siquiera se sabe todavía cuántas autonomías se acogerán, y tampoco se conocen las condiciones que fijará el Gobierno para acceder al restante del pago a proveedores de 2012. Moragues informó de que esperan que el Gobierno aclare esta semana cuáles serán esos requisitos.

Pescar todo lo posible

En todo caso, Moragues señaló que confían «pescar del FLA todo lo que se pueda», aunque también aspiran a mejorar el nivel de ingresos, ya que uno de los principales problemas de la Comunitat es la caída en picado de la recaudación tributaria. En todo caso, aclaró que, desde su punto de vista, «la subida de impuestos no soluciona los problemas», y abogó por un cambio del sistema de financiación autonómico.

Moragues realizó estas declaraciones ayer en los pasillos de Les Corts, poco antes de comparecer ante los grupos parlamentarios para explicar las principales líneas de trabajo de su Conselleria durante esta legislatura. Durante su intervención destacó que cumplir con el déficit es una «necesidad» y no solo un objetivo para su Departamento. Pidió además que no se asocie dicho concepto con recortes o con la disminución de derechos y libertades. El problema, según explicó, no es que la Comunitat gaste más, si no que «ingresa menos».

Para solucionarlo, abogó por conseguir la eficiencia en la gestión de los recursos públicos. En este punto, alabó el ahorro conseguido gracias a la reestructuración del sector público empresarial. Con sus palabras sintiendo los despidos de trabajadores de las empresas públicas y fundaciones consiguió arrancar el único aplauso de su grupo, algo que enfadó a la oposición. Éstos además criticaron la llegada a la Comunitat de nuevos fondos procedentes del Ejecutivo central, puesto que habrá que devolverlos. «Si les parece renunciamos al FLA», contestó el conseller.

Además, rechazó la creación de una oficina de lucha contra el fraude fiscal y apostó por potenciar la labor inspectora del Consell. «No se puede defraudar y luego querer y exigir un servicio sanitario y educativo de excelencia».

Por su parte, el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, que también explicó ayer su hoja de ruta hasta 2015, reculó en su promesa de crear alcanzar el pleno empleo en 2020, e indicó que lo ve «difícil y costará mucho trabajo». La oposición le acusó de tener una visión distorsionada de la realidad.

Disminuye el fracaso escolar

Ya por la tarde fue el turno de la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Catalá. Durante su intervención puso de relieve los últimos datos recogidos por el sindicato CC.OO. en los que se recoge que la tasa de abandono escolar en la Comunitat ha descendido un 0,5 por ciento en el curso pasado. Unos datos esperanzadores que ponen de relieve que, desde el año 2001, el fracaso escolar se ha disminudo en un 7,9 por ciento.

Por otra parte, confirmó que el próximo curso académico el 99,26 por ciento de los municipios de la región contará con el distrito único. Solo quedarán exentas la ciudad de Valencia, que tendrá cuatro zonas para la escolarización de alumnos, y Alicante y Elche, que contarán con tres. Finalmente, aseguró que en las oposiciones de docentes para el curso que viene puntuará igual el examen teórico que el práctico, se darán dos puntos a quienes tengan el título B2, y se valorará el conocimiento de nuevas tecnologías.

La oposición la acusó de ser «la alumna más aventajada» del ministro José Ignacio Wert por aplicar en la Comunitat la Lomce.