Barcelona

Trasteros urbanos, un negocio en auge y anticrisis

La Razón
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Hay empresas que siempre funcionan, tanto en época de bonanza como de «vacas flacas». Es el caso de Bluespace, una compañía dedicada al «autoalmacenaje» (viene del concepto anglosajón «self storage), es decir, a los trasteros -aunque algunos llegan a medir 200 metros cuadrados- en plena ciudad.

Bluespace llegó a Valencia en el año 2007, donde cuenta ya con tres grandes centros de almacenaje situados en Mislata, Alfafar y Campanar. En cada uno de ellos hay entre 800 y 1.000 compartimentos de diferentes tamaños. Concretamente, van desde un metros cuadrado hasta 200.

El CEO (director ejecutivo) y fundador de esta firma, Alexander Ruckensteiner, explica que los usos de estos almacenes son muchos y variados. El 65 por ciento de los clientes son particulares que, si bien en pleno «boom» inmobiliario usaban estos servicios para guardar los muebles mientras realizaban el traslado, ahora muchos se ven obligados a dejar allí los enseres por la terrible situación de tener que abandonar su casa por no poder hacer frente a los pagos.

Otra utilidad menos dramática es la de guardar allí el moblaje para realizar una reforma en su vivienda, puesto que el mercado de compra-venta está paralizado absolutamente.

Los espacios más pequeños, explica el CEO de la firma, son usados por solteros que viven en pisos pequeños y necesitan un lugar para guardar enseres, o incluso por deportistas que necesitan espacio para dejar, por ejemplo, la bicicleta.

El otro 35 por ciento de la clientela son pequeñas empresas que se han visto obligadas a abandonar las grandes y caras naves industriales en las que depositaban su «stock» y por ello recurren a estos espacios más económicos.

El precio depende del tamaño, pero parte de los 35 euros al mes.

El mercado español del «autoalmacenaje», tal y como explica Ruckensteiner, está todavía por desarrollar. En Londres, donde habitan diez millones de personas, existen 175 centros de este tipo, mientras que sumando Barcelona, Madrid y Valencia, solo 40.