Una modificación que llega al quinto intento

El 23 de diciembre de 2010 el Consell de la Generalitat aprobó por el procedimiento de urgencia la modificación del Estatut de Autonomía para incluir una cláusula adicional que vinculara las inversiones del Estado en la Comunitat Valenciana al peso de la población de este región en el contexto nacional. Sin embargo, la urgencia del procedimiento solo sirvió para que Les Corts dieran luz verde a la propuesta del Consell en tan solo unas semanas.

Cuando el asunto llegó al Congreso de los Diputados quedó paralizado no por la lentitud de la maquinaria legislativa nacional, sino, como recordó ayer Gerardo Camps, por indicación de Les Corts Valencianes.

El diez de abril de 2012 estaba previsto que entrara en el orden del día de una de las sesiones de la Cámara Baja, pero el Parlament no designó a los diputados que debían defenderla. Por aquel entonces, el síndico «popular» era Rafael Blasco y su imputación en el caso Cooperación pesaba en el PP como una losa que ahogaba las aspiraciones «populares» y su prestigio en el resto de España.

A partir de ese momento, la modificación estatutaria valenciana ha sido incómoda en Madrid. Los «populares» habían recurrido ante el Constitucional el Estatuto catalán que incluye una cláusula que vincula las inversiones en Cataluña al peso del PIB regional en el contexto nacional, una cláusula idéntica a la valenciana, cambiando un solo parámetro.

El Constitucional, en un paradójico razonamiento sentencia que dicha cláusula solo tiene encaje constitucional si no se aplica, pues una ley de ámbito regional no puede condicionar la actividad legislativa nacional. Nuevo parón para las aspiraciones valencianas.

El 10 de septiembre de 2013 se volvió a anular su inclusión en el orden del día aduciendo que se pretendía reducir el número de diputados de Les Corts y convenía por economía procesal, juntar las dos reformas. Nueva suspensión, y así hasta en cuatro ocasiones.

El cambio de color político en Les Corts Valencianes ha desbloqueado la cuestión, pero la sentencia del TC sigue dejando la cláusula sin efectos prácticos.