Madrid

Carmena anula el desalojo de los okupas de «La Dragona»

Suspende la orden del Departamento de Disciplina municipal contra la casa okupa instalada en un edificio del Ayuntamiento para «continuar el diálogo»

El Ayuntamiento reconoce que volverá a reunirse con los okupas de «La Dragona» «cuando ellos quieran»
El Ayuntamiento reconoce que volverá a reunirse con los okupas de «La Dragona» «cuando ellos quieran»larazon

Suspende la orden del Departamento de Disciplina municipal contra la casa okupa instalada en un edificio del Ayuntamiento para «continuar el diálogo»

«Estamos hartos de reuniones con concejales, pseudopolíticos y secretarios, de realizar comunicados sobre las decisiones que el Ayuntamiento quiera imponer sobre nuestros espacios, así como de todos sus discursos sobre la legalización de centros sociales (...) El último intento fue hace un par de semanas, y sus propuestas fueron las mismas. No queremos convertir “La Dragona” en una nueva “Tabacalera” que impulse las actividades del Ayuntamiento y cuyo contenido se diluya en el asistencialismo de los centros legalizados y en sus modos de ver la realidad cotidiana». Así explicaban los activistas de «La Dragona» –una okupa asentada desde 2008 en uno de los edificios de entrada al cementerio de La Almudena– su posicionamiento frente a las propuestas del Gobierno de Ahora Madrid. En teoría, la única opción a permenacer en este edificio de titularidad municipal pasaría por acatar las nuevas normas impuestas desde el Gobierno de Carmena: constituirse como asociación y, si cumplen los requisitos, optar a hacer uso de este espacio junto con el resto de asociaciones del distrito que también pasen el proceso de selección impulsado desde la concejalía de Coordinación Territorial y Asociaciones, dirigida por Nacho Murgui. Sin embargo, parece existir un doble rasero con este colectivo, ya que el Ayuntamiejnto asegura que ha anulado el proceso de desalojo iniciado por la corporación anterior y que se instruye desde el Departamento de Disciplina del Ayuntamiento.

Una portavoz municipal asegura que este desalojo «consistía simplemente en que un técnico municipal fuera a entregarles una carta. Pero eso no se va a producir». ¿Por qué? Desde el consistorio aseguran que quieren continuar con el «proceso de negociación y diálogo» que hay abierto con este colectivo, y este «gesto» no sería más que una señal de su buena predisposición para dialogar. «Nos volveremos a reunir cuando quieran ellos», admitieron desde el Ayuntamiento.

En estas reuniones de negociación, las mismas fuentes aseguran que los okupas les solicitaron «retirar la orden de desalojo para seguir dialogando» y el Gobierno de Manuela Carmena ha accedido a ello. Sin embargo, desde «La Dragona» se mostraban ayer bastante incrédulos al respecto. «Hasta que no veamos una carta por escrito donde diga eso –que se paraliza el desalojo–, no nos creemos nada», aseguró ayer un activista de esta okupa. Entre las propuestas del Ayuntamiento estaba el desalojo del mismo durante unos meses para que se pudieran hacer obras en su interior y permitir así que el inmueble cumpla con las normas de seguridad obligatorias. Fueron precisamente estas deficiencias en el edificio las que originaron que la anterior corporación municipal iniciara el desalojo; para evitar que se produjeran actividades en el interior que supusieran un riesgo para las personas que frecuenten el centro. Los okupas, no obstante, no consideran que haya deficiencias y aseguran que el edificio se encuentra en buenas condiciones.

La benévola posición del consistorio para con este colectivo quizás no sea bien vista por parte del resto de asociaciones del mismo distrito, que están atravesando el «proceso legal» o que hayan pagado ya la tasa obligatoria de 37,38 euros que impone el Ministerio del Interior para constituirse en asociación. Y es que, según los okupas, el ayuntamiento les ha ofrecido «la cesión del espacio casi de forma vitalicia». «Nos ofrecen 50 años de gestión del mismo si nos legalizamos. Sí, cincuenta», dicen en su comunicado. Pero ellos no están por la labor ya que consideran que «el ayuntamiento no sólo sigue con las políticas represivas hacia el pueblo sino que pretende fagocitar cualquier lucha desde dentro de las redes que dirigen».

Y es que, aunque una de las estrategias de Ahora Madrid fuera facilitar espacios a estos colectivos, el movimiento okupa madrileño, de carácter anarquista, no reconoce la autoridad y, por tanto, no van a constituirse en asociación (requisito indispensable para optar a estos espacios). Así lo explican en numerosos comunicados: «Somos , en existencia, pensamiento y acción, incompatibles con la vía institucional». A pesar de ese desacato, los okupas de «La Dragona» sí han accedido a «dialogar» con el consistorio. De hecho, han logrado que accedan a sus exigencias y mañana no serán desalojados.

Desde el Ayuntamiento se mostraban estos días sorprendidos al ver cómo los activistas habían mantenido las convocatorias del fin de semana de manifestaciones para protestar contra el desalojo e incluso una concentración frente a la okupa (en Avenida Daroca, 90) mañana a las 10:00 horas para evitar el desahucio ya que, según los okupas, era cuando se iba a producir. «Ya saben que se ha suspendido, lo sabe también su abogado, no sabemos por qué siguen con estas movilizaciones», comentaban con cierta sorna desde el área de Murgui.

Primera batalla ganada

Los activistas de «La Dragona» ya ganaron una primera batalla cuando Funespaña (fue cogestora de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid y tenía la concesión del cementerio hasta septiembre) acusó a los activistas de usurpación, daños, ofensa a la memoria de los muertos y robo de energía de la red eléctrica. En el juicio, celebrado hace tres años, salieron absueltos. Pero Funespaña les cortó la luz y en agosto de 2015 les comunicaron en desalojo. Entonces comenzó esta negociación que ahora parece estancado.

«La Dragona» lleva ocho años ofreciendo actividades a los vecinos de La Elipa. Además de talleres, biblioteca y hasta una «tienda gratis», organizan fiestas con conciertos en los que hasta ponen su propia seguridad y, como si de un local privado se tratase, se reservan el derecho de admisión.

«La Enre», en la misma situación

«Parece que algunos no calcularon bien las bondades del asalto institucional. El Ayuntamiento se encuentra de distintas maneras involucrado en el acoso a tres okupaciones madrileñas». Así explica una web afín al movimiento okupa el enfrentamiento que viven con el Ayuntamiento. Este verano, la okupa «La Enredadera» de Tetuán, también de titularidad municipal como «La Dragona», recibió una notificación en la que se les instaba a iniciar un proceso de «burocratización» del centro mediante la solicitud de una licencia de actividades para poder seguir existiendo. «Frente a la amenaza de precinto hemos decidido rechazar tal proceso», aseguran. Por eso, también se manifestaron el pasado fin de semana.