Cargando...
Política

Puente de Vallecas

Carmena quiere ser la alcaldesa más longeva

Si revalida la alcaldía en mayo llegaría con 79 años al final de la próxima legislatura. Joaquín Ruiz-Jiménez fue primer edil hasta los 77 años.

Carmena quiere ser la alcaldesa más longeva larazon

Si revalida la alcaldía en mayo llegaría con 79 años al final de la próxima legislatura. Joaquín Ruiz-Jiménez fue primer edil hasta los 77 años.

Manuela Carmena va camino de conseguir un récord en la historia de los alcaldes de Madrid. Habrá cumplido los 75 años de edad cuando se celebren las próximas elecciones municipales, y si resultara reelegida y acabara su mandato de cuatro años, tendría 79, con lo que se convertiría en la persona de mayor edad que haya ocupado el sillón de la alcaldía madrileña en toda su historia, desbancando de este mérito a Joaquín Ruíz Jiménez, padre del que sería primer Defensor del Pueblo, que fue alcalde de la capital con 77 años.

Cuando en 2015 fue tentada por Podemos para encabezar a la candidatura de la izquierda radical, Ahora Madrid, lo primero que se barajó en su familia, fue si era conveniente que entrara en política activa a esa edad, tenía entonces 71 años. Hubo una segunda reflexión: se trataba de que un nombre con prestigio encabezara esa lista, y después, ya se vería, porque había escasas esperanzas de que pudieran gobernar el Ayuntamiento. Así las cosas, Carmena actuaría como locomotora para dar el tirón, aportaría votos personales, y una vez consumadas las elecciones, si no había opción de que fuera alcaldesa, se retiraría a seguir viviendo su apacible vida de jubilada.

Pero sonó la flauta: Ahora Madrid no ganó las elecciones, pero con el apoyo del PSOE, Manuela Carmena, contra todo pronóstico, incluso el personal, fue elegida la segunda mujer, tras Ana Botella, que se sentaba en el sillón de la alcaldía de la villa y corte. Cumplido el primer año de mandato, la alcaldesa evidenció su cansancio y deseos de dejar el cargo.

No era agotamiento físico, sino la presión que suponía gobernar una ciudad como Madrid, con un equipo que ella no había elegido y que le estaba acarreando serios problemas dentro y fuera del gobierno municipal, sobre todo algunos concejales un tanto díscolos en sus planteamientos, expresiones y decisiones.

Aún así, decidió aguantar y terminó por cogerle gusto a la situación y a la gobernación de la capital de España, hasta el punto de que está dispuesta a repetir, con exigencias, eso sí, pero admitiendo que, según para qué cosas, la edad no importa, y podría convertirse en la persona más longeva que haya ocupado el cargo en la historia de los alcaldes constitucionales.

Ruíz Jiménez tiene el récord

Antes de existir la figura del alcalde constitucional, elegido por sufragio popular, existió la del corregidor, de designación real y sólo para grandes ciudades. Desaparecieron éstos en 1820, con la llegada al Ayuntamiento de Madrid del primer alcalde constitucional, Pedro Saínz de Baranda. Pero sólo duraron cuatro años, porque en 1824 volvían los corregidores, con Joaquín Lorenzo Mozo. Sería en 1836, con la elección de Juan Losaña, cuando quedaba reinstaurado el cargo de alcalde elegido por el pueblo, aunque durante la dictadura franquista era de designación directa a cargo del ministro de la Gobernación. Así, hasta las primeras elecciones de la democracia, en 1979, siendo elegido Enrique Tierno.

Por lo que se refiere a la etapa histórica de los alcaldes constitucionales, quien ostenta el récord de longevidad es Joaquín Ruíz Jiménez (padre del primer Defensor del Pueblo), nacido de Jaén, en 1854, y que sería alcalde de Madrid en cuatro ocasiones, concluyendo su mandato en 1931, cuando tenía 77 años de edad, lo que le convierte en el alcalde más longevo de la historia hasta ahora, porque Manuela Carmena tiene vocación de arrebatarle ese récord, si es reelegida el próximo año.

Ruíz Jiménez fue también gobernador civil de Madrid, diputado, senador y ministro de Gobernación, de Fomento, de Instrucción Pública y presidente del Consejo de Estado. Su etapa en la alcaldía coincidió con el periodo de ejecución de las obras de la Gran Vía, concretamente del primer tramo y los derribos para la construcción del segundo. Durante sus distintas etapas como alcalde, inauguró el hospital-asilo de San Rafael, la reconstrucción del teatro de la Zarzuela y el ramal del Metro entre Atocha y Puente de Vallecas. Curiosamente, su último mandato en la alcaldía, duró sólo catorce días. Se instauraba la II República y su sucesor sería el republicano, Pedro Rico.

Fue durante este periodo cuando a la hora de cambiar el nombre a la glorieta de Ruíz Jiménez, se propuso que se llamara Catorce de Abril. Un concejal republicano salió al paso, dijo: «Debe permanecer el nombre de Ruíz Jiménez, porque ha sido el menos malo de los alcaldes de la monarquía. El único defecto que ha tenido, es el de no ser republicano». Estas consideraciones no prosperaron y la glorieta cambió de nombre, aunque sería por poco tiempo, al cabo del cual recuperó su nombre inicial de Ruíz Jiménez.

Otros alcaldes longevos

En la historia de la alcaldía madrileña ha habido otros regidores que ostentaron el cargo ya en edad avanzada: el Marqués de Santa Cruz, en 1822 (73 años); Faustino Nicoli, en 1923 (71 años); Alberto Aguilera, en 1910 (68 años), los mismos que tenía Enrique Tierno, cuando murió siendo alcalde, en 1986; 67 el marqués de Urquijo (1883), y con 66 años los siguientes: Marqués de Cubas (1892) y, José María Álvarez del Manzano (2003).

Por lo que se refiere a los corregidores, en la figura del Marqués de Vadillo, encontramos al más longevo de la historia, nacido en 1646, y que era corregidor en 1729, cuando había cumplido los 83 años de edad. Antes lo había sido de la ciudad cacereña de Plasencia. Nombrado para este cargo en la villa y corte por decisión de Felipe V. Durante su etapa, Pedro de Ribera, reconstruyó el puente de Toledo, arrasado por una crecida del Manzanares. El Marqués de Vadillo fue el primero en atravesarlo en coche de caballos. Se instalaron también los primeros faroles en las calles y ordenó a todos los vecinos que pusieran faroles en las fachadas de sus casas. Se le conoció desde entonces como el “corregidor con más luces”-

Cargando...