El inversor chino Wanda, que pagará parte de la reforma, pide a Cibeles que vigile que las propuestas ciudadanas no disparen el coste de la obra.

A menos de 24 horas de que el proceso abierto por el Ayuntamiento de Madrid para la remodelación de la Plaza de España dé un paso más, su financiación está más que nunca en el aire. El Ejecutivo de Carmena abrió el pasado diciembre un proceso participativo en el que durante 40 días, en la página web Decide Madrid, los ciudadanos han tenido a su disposición un formulario con 18 cuestiones elaboradas por asociaciones de vecinos, urbanistas, hoteleros y técnicos del propio Consistorio para configurar las bases del concurso internacional de proyectos al que la plaza se someterá a partir de mañana.

«Llegado el momento, el Ayuntamiento buscará vías de financiación que permitan ejecutar el proyecto de intervención en la plaza», aclara el Consistorio en el apartado de dudas de su proceso participativo. Un texto en el que, aunque niega que tenga una estimación del coste de la reforma, si que reconoce que una «intervención superficial» en la plaza, según los cálculos iniciales, supondría una inversión de alrededor de 5 millones de euros (en torno a 200 euros por metro cuadrado) y que la suma aumentará proporcionalmente «a medida que el alcance de las actuaciones se amplíe» tal y como está previsto si se llevan a cabo soterramientos. En la misma información reconoce que la reforma contará con financiación privada, una «ayuda» a las arcas madrileñas que, según el Ejecutivo de Carmena no recibirá «ningún tipo de contrapartida (...) más allá de la mejora del espacio público al que conduzca el desarrollo del proyecto». Y aquí es donde aparece el problema con el magnate dueño del Edificio España. ´

En manos de 20.000 participantes

En el plan para reabrir el emblemático edificio de Wang Jianlin, dueño del emporio Wanda, está la colaboración económica con esta mejora de la plaza. Dentro de unos límites. Según ha podido saber LA RAZÓN el inversor chino no quiere que la obra se salga de presupuesto –al margen del que tendrá que realizar para mantener la fachada y cumplir con las exigencias técnicas del área de Urbanismo que dirige José Manuel Calvo– y ya ha mostrado a Luis Cueto (la alcaldesa ha puesto a su sobrino político y coordinador de la alcaldía al frente de la negociación con los empresarios chinos) su disgusto con la apertura de un proceso participativo en del que puede que no quede una losa en pie de la actual Plaza de España. Más allá de poner «peros» al método de Carmena para decidir la futura imagen de esta céntrica ubicación, los inversores quieren que el Ayuntamiento libere un poco de tensión la cuerda que mantiene paralizado su negocio con el edificio que actualmente está abandonado. «Será la ciudadanía quien decida cuál de los proyectos que se presenten a ese concurso será el que se lleve a la práctica», añade el Consistorio en su portal de participación por si a los inversores les quedaba alguna duda.

En el plan que desarrolló la alcaldesa Ana Botella para la reforma de los 12.500 metros cuadrados de esta plaza quedó establecido que las concesionarias del aparcamiento que hay bajo la misma pagarían el 51% de la remodelación a la que Wanda contribuiría con 30 millones de euros. Las cifras del nuevo proyecto, que el Ejecutivo de Carmena prevé llevar a cabo e inaugurar antes de que se celebren nuevas elecciones municipales en algo más de tres años, dependerán de los proyectos que se elaboren a partir de ahora basándose en las respuestas en el cuestionario municipal de las apenas 20.000 personas (de los más de tres millones de habitantes fijos empadronados en la capital) que habían participado, hasta el pasado viernes, en el proceso.