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La agrietada colonia de ex funcionarios que denuncia su abandono

El poblado de antiguos trabajadores de INTA, en Paracuellos, habitado en su mayoría por jubilados, pide a Defensa que repare sus viviendas

Las viviendas del INTA, en Torrejón, construidas en los años cuarenta, vienen sufriendo un deterioro progresivo
Las viviendas del INTA, en Torrejón, construidas en los años cuarenta, vienen sufriendo un deterioro progresivolarazon

A finales de los años cuarenta, Franco expropió unos terrenos en Paracuellos del Jarama. ¿El objetivo? Servir de residencia para los funcionarios del recién creado Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

A finales de los años cuarenta, el gobierno de Franco expropió unos terrenos situados en la localidad de Paracuellos del Jarama. ¿El objetivo? Servir de residencia para los funcionarios del recién creado Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), en el municipio vecino de Torrejón. Cuando la década de los cincuenta terminaba, los trabajadores y sus familias se trasladaron a este pequeño poblado de 38 viviendas. El INTA fue creciendo hasta convertirse en un instituto de referencia. Y aquella colonia también. Sus habitantes insuflaron vida a esos 180.000 metros cuadrados. Se servían de cocinas de leña y de un pozo, debido a que entonces no contaban con agua potable. Tenían a su disposición una escuela y una iglesia, que hoy sigue en pie. Y, sobre todo, estaban especialmente orgullosos de la amplísima zona verde de la que estaban rodeados. El sitio era y es idílico. Pero con el paso de los años, sus habitantes se han hecho mayores y la colonia INTA también. El poblado se agrieta progresivamente. Y los vecinos, en su gran mayoría septuagenarios y octogenarios, se sienten desamparados y,por encima de todo, preocupados desde hace ya casi una década. «El deterioro continúa y aquí se sigue sin hacer nada», aseguran.

La Asociación de Inquilinos del Poblado Residencial INTA se ha dirigido recientemente al Ministerio de Defensa, actual propietario de los terrenos, para denunciar su situación. En su escrito alertan del «total abandono estructural» que padecen después de llevar años solicitando trabajos de recalce y de cubiertas en sus viviendas. Unas casas que pertenecen al Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Paracuellos. «Son obras que están obligados a llevar a cabo al tratarse de viviendas protegidas», añaden. En su texto, la asociación señala el momento en que empezaron a sentir la dejadez de la Administración: octubre de 2010. Entonces, los terrenos dejaron de pertenecer al INTA para formar parte del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied), perteneciente al Ministerio de Defensa, actual propietario de los terrenos, para denunciar su situación. En su escrito, alertan del «total abandono estructural» que padecen después de llevar años solicitando trabajos de recalce y de cubiertas en sus viviendas. Unas casas que pertenecen al Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Paracuellos. «Son obras que están obligados a llevar a cabo al tratarse de viviendas protegidas», añaden.

En su texto, la asociación señala el momento en que empezaron a sentir la dejadez de la Administración: octubre de 2010. Entonces, los terrenos dejaron de pertenecer al INTA para formar parte del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied), perteneciente al Ministerio que dirige Margarita Robles. «Las familias que venimos cuidando nuestras viviendas pensamos que el Invied debe estar esperando el paso del tiempo para que el deterioro sea total y no acometer las obras que se solicitan», afirman en su texto.

Estos vecinos se han gastado más de 5.000 euros en estudios del terreno. El último de ellos, fechado en abril de 2015, concluía en que «se hace necesario el recalce de la cimentación a la mayor brevedad posible». «Hablamos de casas antiguas construidas sobre terrenos arcillosos. La arcilla se mueve y, en aquella época, las cimentaciones no estaban debidamente reforzadas. La dejadez y el paso del tiempo están dañando muchísimo a las viviendas”, explica a LA RAZÓN José Luis Cotelo, presidente de la asociación de inquilinos, mientras señala las grietas cada vez más pronunciadas que surcan las fachadas y que antes no estaban. «No las arreglan y, cada vez que lo hemos solicitado, se limitan a taparlas con silicona», añade. Después, otro vecino muestra un arco que une dos fachadas y «que empieza a ceder hacia un lado por la cimentación». «Ven que hay ladrillos rotos y los dejan ahí», dice Cotelo. El suelo también empieza a resquebrajarse. «Hace siete años hicieron un cajeado de maderas y lo rellenaron de hormigón. El terreno es como una esponja: cuando llueve, merma», explican.

No lo dicen sólo ellos. Un escrito de la Comunidad de Madrid del pasado julio insta a adoptar medidas «de rehabilitación integral de las edificaciones», así como de «resolución de patologías estructurales existentes». Por su parte, el Ayuntamiento de Paracuellos también ha contactado con el Invied en varias ocasiones para atender el problema. Y es que este organismo de Defensa solicitó al Consistorio la declaración de ruina técnica de las viviendas, algo que Paracuellos denegó, entre otros motivos porque la colonia cuenta con protección patrimonial. Este diario contactó con el Invied para preguntarle sobre su postura ante estas reclamaciones, pero al cierre de esta edición no había recibido respuesta.

Cotelo llegó a la colonia a principios de los años noventa para trabajar en el departamento de Infraestructuras del INTA. Entonces tenía un hijo y después llegó otro más. Su casa es lo que antes era la antigua escuela, que él mismo reformó. A sus casi 70 años, es uno de los inquilinos más jóvenes del poblado, que cuenta con una media de edad de entre 75 y 80 años. El Invied les ha ofrecido otro destino. Y algunos han aceptado. Es el caso de un ex trabajador que recientemente sufrió un ictus, o el de las hijas de otro antiguo empleado que falleció recientemente. Pero la oferta no siempre es accesible para todos. «Hablamos de gente que lleva viviendo aquí hace casi 30 años de forma legítima. Han acoplado su vida a la colonia: sus médicos, las compras, etc. Son personas de cierta edad, la mayoría jubilados, con unos derechos adquiridos legalmente, y no es tan fácil rehacer su vida», explica.

Hoy, de las 38 viviendas, cinco permanecen cerradas. En el último año, alrededor de cinco familias han abandonado el poblado. Esas casas permanecen cerradas y tapiadas. «Cada vez que han venido las han destrozado a golpes. Hemos llamado a la Policía Local de Paracuellos porque las casas temblaban. Mientras, a nosotros ni siquiera se nos dirigen», relata Cotelo. Reconoce que algunos trabajos, como los de pintura o jardinería, sí se acometen, sobre todo en este último año. Sin embargo, es el estado de sus casas lo que les preocupa. Casas, apunta Cotelo, que son «enajenables, que se podrían vender a los inquilinos», aunque esa posibilidad no se les ha planteado. La triste conclusión a la que llegan los inquilinos es que «están esperando a que abandonemos nuestras viviendas». Y, de momento, no tienen ninguna intención de irse.