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Política

La alcaldesa albañil que hizo en Móstoles un ayuntamiento a su medida

«Quien me conoce bien sabe que no voy a dimitir», dice Noelia Posse. Si renuncia, la regidora podría volver a su puesto como operaria de albañilería en el Consistorio

Noelia Posse en uno de sus últimos actos públicos larazon

«Quien me conoce bien sabe que no voy a dimitir», dice Noelia Posse. Si renuncia, la regidora podría volver a su puesto como operaria de albañilería en el Consistorio

Vive acorralada por los escándalos de enchufismo en el Ayuntamiento de Móstoles. Hasta siete casos fundamentan el pleno que se celebrará el próximo 21 de octubre para reprobarla como alcaldesa de la localidad del sur de Madrid. Pero ella lo tiene claro: «Quien me conoce bien sabe que no voy a dimitir», dice con convencimiento a las personas que le rodean. Poco parece importarle que el PSOE haya decidido llevar su caso a un Comité de Ética, que podría derivar en la exigencia de responsabilidades políticas. «¿Qué me va a reprochar a mí el partido cuando nada de lo que he hecho es ilegal? ¡Y encima el comité está presidido por un señor que está pendiente de juicio por prevaricación! (en referencia al alcalde de Alcalá de Henares », aseguran personas de su entorno que comenta. Y lo dice con la misma seguridad y firmeza que ha mostrado siempre esta mujer de fuerte personalidad y ambición política. Y es que Noelia Posse (41 años) está cumpliendo el sueño de su vida: ser regidora de Móstoles. Sus allegados aún recuerdan cuando empezó como barrendera, luego fue albañil municipal y, en 2003, llegó al Ayuntamiento de Móstoles para ocupar un puesto como concejala cuando ya era secretaria de juventudes socialistas de Móstoles cuando todavía no había cumplido los 25 años. «Algún día yo seré alcaldesa de Móstoles», sentenció. Lo deseaba con tanta fuerza que, como diría Claudio Coelho, «el universo conspiró para que realizara su deseo».

En quince años ha conseguido cumplirlo. Ahora se encuentra al borde de un abismo al que tratan de empujarla, como ella misma sospecha, sus propios enemigos en el PSOE y su socio dede Gobierno: Ganar Móstoles, que pide con insistencia su dimisión. Pero ¿qué pasaría si es obligada a dejar la política? Noelia Posse recuperaría su puesto como albañil del Ayuntamiento de Móstoles. Y lo sorprendente es que hasta su acceso como personal del Ayuntamiento está cuestionado.

Posse comenzó a trabajar en el año 1999 como barrendera de la empresa Urbaser. Ese año, se publicó la oferta pública de empleo municipal, pero no fue hasta 2001 cuando se convocó el tribunal para cubrir 27 plazas de operarios de servicios generales:17 barrenderos, 6 albañiles, 3 de recogida selectiva y un puesto para desatrancos.

Al examen se presentaron 86 personas que primero tenían que hacer una entrevista curricular. La mayoría eran antiguos trabajadores del Ayuntamiento, lo que les colocaba en situación de ventaja de cara a la puntuación frente a Noelia Posse y a una de sus grandes amigas que también se presentó: Rebeca Prieto, ahora concejala de Presidencia, Limpieza Viaria y Festejos, además de secretaria adjunta a la secretaría de organización del PSOE de Móstoles. Las dos sacaron un 2,5 de nota, según la documentación a la que ha podido acceder LA RAZON. En la prueba práctica, sin embargo, mientras el resto de aspirantes no sobrepasaron el cinco, tanto Posse como su amiga alcanzan un 9,5 en un examen con preguntas del tipo: ¿cómo se hace una mezcla de yeso? o las medidas de una paleta de albañilería, tal y como aseguran personas que formaron parte del concurso oposición. La media de las dos calificaciones era más que suficiente para que ambas lograran hacerse con las dos últimas plazas de una convocatoria que contaba como presidente del tribunal con Iván García Yustos, ahora subdirector de Gabinete de Pedro Sánchez, gran valedor de Noelia Posse y al que llaman también «el alcalde en la sombra». Al ser las dos últimas de la lista de admitidos, Rebeca Prieto eligió el puesto de barrendera y a Noelia Posse no le quedó más remedio que escoger el único puesto que quedaba vacante: el de operario de albañilería, aunque jamás había trabajado como albañila.

El proceso fue denunciado por los grupos de la oposición por considerar que había sido una oferta pública de empleo de promoción interna encubierta. Un concejal de Los Verdes llegó incluso a denunciarlo en un notario, al que llevó el nombre y los apellidos de todos los admitidos antes de que salieran publicados. «Y acertó en todos excepto en los dos últimos: el de Rebeca y Noelia, que se “colaron” en el último momento en la lista», explican fuentes conocedoras del proceso. Pero nada impidió que Noelia Posse entrara a trabajar como albañila en el Ayuntamiento. «El director de servicios la mandó a la calle a hacer labores de albañilería: levantar muretes, solados y asfaltado...Pero sus compañeros acabaron quejándose al director y nadie quería salir con ella a trabajar porque no sabía hacer nada», cuentan fuentes muncipales. Fue entonces cuando la destinaron al almacén de reparto de material. Entró en el Gobierno municipal el PP y decidieron reubicarla en un puesto administrativo. Estuvo allí hasta que en 2007, fue incluida en la lista de la socialista Paz Martín y se convirtió en concejala. En 2011 volvió de nuevo a ir en la lista por el PSOE de Móstoles, pero no logró ocupar un puesto. Fue el momento en que aprovechó para hacer un paréntesis en su vida y marcharse a Ecuador. «Allí estuvo haciendo labores sociales» (en su currículum pone que ha estudiado Trabajo Social, aunque nadie tiene claro que haya acabado estos estudios. Volvió a la política en 2015 con David Lucas como cabeza de lista siendo entonces ella la número seis. Lucas dimitió. Era el momento de Noelia. «Las cuatro personas que se encontraban antes que ella renunciaron a asumir la alcaldía por presiones internas», cuentan. Y fue entonces cuando Posse se convirtió en regidora de Móstoles. En las últimas elecciones revalidó la alcaldía aunque se ha visto obligada a tener como socio de gobierno a Ganar Móstoles Más Madrid.

Los que la conocen justifican los casos de enchufismo con la idea de que «es muy amiga de sus amigos y el asunto se le ha ido de las manos pero, por las malas, es la peor persona a la que te puedes enfrentar», dicen. Los rumores no cesan estos días en el Ayuntamiento. Entre los funcionarios ya se comentaban hace tiempo los casos de enchufismo de su hermana, su tío, sus amigos...y ahora a nadie le ha extrañado que salgan a la luz «porque Posse tiene muchos enemigos dentro del Gobierno y en el PSOE».Algunos de los nombramientos han sido motivo de chanza, como el complemento salarial de 800 euros a la expareja y padre de uno de sus dos hijos. «Móstoles paga la pensión de manutención a la alcaldesa», comentaban las malas lenguas.

La lista de cumpleaños de Noelia Posse

Los que la conocen valoran de Noelia Posse la lealtad hacia sus amigos. De hecho, en Móstoles se cuenta con cierta sorna que la lista del PSOE por Móstoles a las últimas elecciones municipales «ha sido la lista de cumpleaños de Noelia Posse». Uno de sus grandes rivales en el PSOE es precisamente Javier Gómez, que llegó a ser concejal de Hacienda y al que sacó expresamente de las listas en la última convocatoria electoral. Para colmo se casó con una de sus grandes amigas, Verónica Díaz. Dicen que se dejaron de hablar "por traiciones políticas". Su otro enemigo es el portavoz de Ganar Móstoles, Gabriel Ortega, quien la ha denunciado varias veces y paradójicamente es su socio de gobierno. El hermano de Ortega, Miguel Ángel, funcionario del Ayuntamiento, no logró salir como concejal y Posse le destinó al departamento de Facturas, para disgusto del afectado. En el PSOE también tiene sus propios detractores, que son muy activos en las redes sociales.

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