Prostitución

«Los niños se intercambian la publicidad como cromos»

Wenxian Ying

La Razón
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Los vecinos de Retiro están hartos. Desde hace años resulta imposible pasear por la zona sin cruzarse con propaganda de prostitución en la que aparecen mujeres casi desnudas con posturas insinuantes. «Si cruzas la Avenida del Mediterráneo disminuye el problema, pero en la zona de Avenida de Barcelona hay uno o dos señores repartiendo este tipo de publicidad constantemente», aclaró Elena, vecina de Pacífico, quien aseguró que la situación era tan crítica que «hay diversas quejas al respecto en la web del Ayuntamiento madriddecide.es». El usuario «Quique1978» de este portal realizó una propuesta en referencia a esto: «no permitir la publicidad de prostitución explícita en los parabrisas de los coches. Por la dignidad de la mujer y de los niñ@s que tienen que estar viéndolo a diario ¿Está usted de acuerdo con prohibir la publicidad de prostitución explícita en coches?». Esta propuesta no ha sido indiferente a los usuarios. «No podría estar más de acuerdo, estoy harta de ir caminando y ver doscientas fotos de culos y tetas tiradas por la acera...», comentó «Inari».

Según señalaron varios vecinos, una de las preocupaciones es que detrás de todo esto hay mafias que se dedican al negocio de la prostitución. «Conocemos a gente que habló con los repartidores de este tipo de propaganda. Les preguntaron que por qué no se niegan a hacerlo y respondieron que les daba miedo oponerse a ello. Puede haber mafias de por medio», cuenta Elisa, otra vecina de la zona.

En la puerta del colegio

Esta publicidad, además, se reparte en un barrio residencial lleno de colegios. «Los niños las cogen porque les llama la atención pero eso es “contraeducación”», comenta Elisa. Según informa la agencia Atlas, estos panfletos se han convertido en un juego para los niños, que «se los intercambian como si fuesen cromos». Además, esta clase de anuncios vulnera la Ley Autonómica de Garantías y Derechos de la Infancia. El artículo 32 de esta ley establece que «la Administración autonómica protegerá a los menores de las publicaciones con contenido contrario a los derechos reconocidos en la Constitución, de carácter violento, pornográfico, de apología de la delincuencia, que fomente pautas de conducta sexista que propicien la violencia de género, o cualquier otro que sea perjudicial para el correcto desarrollo de su personalidad». La violación de esta norma puede suponer una sanción que puede alcanzar los 30.000 euros. Ante este hecho, varios vecinos quieren presentar las propuestas para erradicar el problema. «Estamos pensando en la recogida de firmas. Las asociaciones de vecinos del barrio trabajan en ello y nos estamos moviendo para acabar con esto», expone Elena con la esperanza de que realmente se ponga fin a esta actividad.