Comunidad de Madrid

La «politización del dolor»: Por qué Podemos quiere incendiar las calles

Iglesias suma a su estrategia de «politización del dolor» la muerte de un senegalés, acusa a la Policía de «castigar a un barrio» y promete una «primavera de movilizaciones» con las que resurgir en las encuestas.

La concentración de ayer por la mañana en la plaza Nelson Mandela de Lavapiés terminó con una «guerra de sillas» de los senegaleses contra la Policía
La concentración de ayer por la mañana en la plaza Nelson Mandela de Lavapiés terminó con una «guerra de sillas» de los senegaleses contra la Policíalarazon

Iglesias suma a su estrategia de «politización del dolor» la muerte de un senegalés, acusa a la Policía de «castigar a un barrio» y promete una «primavera de movilizaciones» con las que resurgir en las encuestas.

«Politización del dolor». Éste es el eufemismo con el que Podemos describe uno de los pilares de su estrategia política: la utilización de episodios trágicos como la muerte del mantero senegalés Mmame Mbaye para agitar la calle y generar un clima tenso de opinión que facilite el resurgir del partido de Iglesias, golpeado por todas las encuestas. Y en esta estrategia todo vale, también dar distribución a bulos y desinformaciones que, de hecho, amparan los altercados de Lavapiés.

La reacción a las primeras noticias sobre el fallecimiento de Mbaye fueron rápidas y de manual: la maquinaria en redes sociales del partido se movilizó sembrando dudas sobre la actuación policial y lanzando el mantra del «racismo institucional». Pablo Iglesias describió al mantero como «alguien que está vendiendo lo que puede para sobrevivir en un país en el que los niveles de impunidad con respecto a corruptos que nos roban están siendo enormes» cayendo en el surrealismo de relacionar el ataque al corazón de Mbaye con los casos de corrupción y amparando los desórdenes a los que se estaban enfrentando la Policía. La portavoz Ione Belarra llegó incluso a afirmar en su cuenta de Twitter que «la Policía no está para castigar a un barrio que sufre por un vecino fallecido sino para proteger». Ni una palabra para los diez agentes heridos durante unos disturbios en los que tuvieron que hacer frente a barricadas ardiendo y lanzamiento de adoquines.

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero escribía: «Aquí, en Lavapiés, ha muerto esta noche Mmame Mbaye, un inmigrante perseguido por la Policía. Cuánto dolor innecesario. ¿No basta la tragedia de ser inmigrante?». El fallecimiento del mantero ya es de facto una pieza más en la «primavera de movilizaciones» que prepara Podemos a rebufo del 8-M y las protestas de los pensionistas.

Las explicaciones ofrecidas desde el Gobierno de Manuela Carmena tampoco ayudaron a despejar la confusión ni la corriente de desinformación que situó a los policías como responsables del fallecimiento del mantero. Más de doce horas después de que los hechos sacudieran Lavapiés, el delegado de Seguridad del Ayuntamiento aclaró que la Policía Municipal ni persiguió ni actuó contra el ciudadano senegalés fallecido. Pese a ello, Javier Barbero anunció que investigará «la proporcionalidad en el uso de la fuerza» y llegó incluso a vincular el infarto del mantero con su condición de sinpapeles:«¿Cómo se vive con el miedo constante a la persecución, a que se te deporte? Llevaba 12 años en España sin documentación y esas fuentes de exclusión generan un estrés crónico que daña a la salud». El concejal de Podemos responsable del distrito Centro –en el que se ubica la barriada de Lavapiés–, Jorge García Castaño, insistió en este diagnóstico para explicar la muerte de Mbaye, al que calificó como «víctima del capitalismo» y de «un Estado que no reconoce a las personas sin papeles».

Desde Ganemos Madrid, uno de los partidos integrados en el Gobierno de Manuela Carmena, exigieron una investigación «que saque a la luz» lo que realmente sucedió: «La presión infinita a la que se somete a estas personas, seguramente la escala más baja para el racismo y la desigualdad, ha partido el corazón de nuestro vecino». La concejala Rommy Arce, integrante de Ganemos y representante del ala más radical del equipo de Carmena, tampoco tuvo reparos en relacionar el infarto del vecino senegalés con «la xenofobia institucional y un sistema capitalista que levanta fronteras interiores y exteriores». En la misma línea argumental ya se había expresado horas antes Ramón Espinar, secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid: «Hoy es un día triste en España. No hemos estado a la altura de los Derechos Humanos y hemos fracasado como democracia». Ante esta oleada de declaraciones en las que, de forma más o menos velada, se dejó entrever la responsabilidad de los agentes en la muerte de Mbaye, los sindicatos de la Policía Municipal aseguraron estar estudiando denunciar a los cargos públicos críticos con su labor. En un tuit publicado en la tarde de ayer, Carmena condenó la violencia sufrida por los vecinos y los servidores públicos después de que en la noche del jueves indignara a parte del cuerpo de la Policía Municipal al asegurar su intención de investigar «a fondo» lo sucedido para actuar «en consecuencia». El portavoz del PP en el consistorio, José Luis Martínez Almeida, acusó a la alcaldesa de haber «alentado» con sus «sospechas» los disturbios de Lavapiés.