El drama de los desahucios

Un pensionista de 51 años recibe el primer piso público cedido a desahuciados

Julián E., un pensionista por incapacidad permanente de 51 años, y sus dos hijos han protagonizado la primera entrega de los 1.000 pisos que la Comunidad de Madrid cederá a familias afectadas por los desahucios a través de un convenio entre el Instituto de la Vivienda de Madrid y Cáritas.

"Sé que como yo hay muchos más, incluso peor que yo", ha explicado un agradecido Julián a los presentes en la entrega del piso, ubicado en una zona residencial de nuevo cuño de Vallecas y donde vivirá durante los próximos cuatro años con un alquiler de 230 euros al mes.

Afectado de una enfermedad renal que le impide desde hace años mantener su antigua actividad en un quiosco de prensa, la dolencia mermó los ingresos de Julián hasta el punto de que perdió la vivienda que había comprado con su mujer, de la que ahora está divorciado, así como otra que había servido de aval a esta.

Ahora, junto a sus dos hijos, ha agradecido a la Comunidad de Madrid y Cáritas un programa que le permitirá disponer de una "vivienda digna"y "disfrutar"de su "nueva morada"con sus chavales después de quedarse "en la calle"por "circunstancias de la vida".

El presidente de la Comunidad, Ignacio González, el consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero, y el director de Cáritas Madrid, Julio Beamonte, han acompañado a Julián y sus hijos en la entrega de la vivienda, la primera de un total de 107 que serán entregadas esta semana, según han indicado a Efe fuentes de la Comunidad de Madrid.

González ha destacado la apuesta de la Comunidad de Madrid por este convenio, que pondrá a disposición de familias en riesgo de exclusión social y a un alquiler de entre 40 y 200 euros viviendas "vacías, arregladas y acondicionadas", cuyo número espera poder ampliar en función de la "demanda".

Esta iniciativa no trata de mantener el alquiler sistemáticamente, ha proseguido el presidente de la Comunidad de Madrid, sino de dar a los ciudadanos la posibilidad de "insertarse"en la sociedad.

Por su parte, el director de Cáritas Madrid, Julio Beamonte, ha destacado el programa social que acompaña a la entregas de las casas, que busca favorecer la integración social de los inquilinos, que son personas que "se sienten maltratadas por la vida", en el "inicio"de una nueva etapa.

La Comunidad de Madrid y Cáritas pondrán a disposición de familias en riesgo de exclusión social que hayan sufrido desahucios casi 1.000 viviendas públicas para que residan en ellas temporalmente familias en situación de especial necesidad, que pagarán entre 40 y 200 euros mensuales de alquiler.

El convenio tiene el objetivo de alojar a familias en situación de especial necesidad que hayan perdido sus casas y que podrán residir en pisos del Ivima una vez reparados tras ocupaciones ilegales.

Las viviendas, de entre 70 y 90 metros cuadrados de superficie, están ubicadas en 34 municipios de la Comunidad -la mitad de ellas en Madrid capital- y podrán ser habitadas por familias designadas por Cáritas durante al menos 5 años, prorrogables en caso necesario.

El objetivo de la Comunidad de Madrid es entregar las primeras 500 viviendas del convenio antes de 2014.

En este acuerdo de colaboración, empleados del Ivima realizan un presupuesto de las obras "casa por casa"y personal voluntario de Cáritas realiza las obras de acondicionamiento necesarias para que las viviendas vuelvan a ser habitables.