Sucesos

La familia del desaparecido en Mula pide los mismos medios que se han utilizado en la búsqueda de Blanca Fernández

Desde agosto del año 2018 no se tienen noticias suyas

Desde agosto del año 2018 no se tienen noticias suyas

La familia de Alberto Hernández, desaparecido el 4 de agosto de 2018, en la localidad murciana de Mula, ha pedido que se le busque con los mismos medios que a Blanca Fernández, aunque nunca «haya sido famoso o no haya ganado medallas olímpicas».

En un comunicado, afirman que no pertenece a una familia legendaria del deporte español, y poco tiene en común con Blanca Fernández Ochoa, excepto que ambos se perdieron en la sierra y que ambos sufrían un trastorno mental. En el caso de Alberto, se trata de un trastorno esquizoide que estaba sin tratar, porque no quería tomar medicación.

Alberto salió el 4 de agosto de 2018, sobre las 20.00 horas, desde su casa de campo situada en Casas Nuevas, pedanía de Mula (Murcia) a dar un paseo, portando solo su teléfono móvil. En casa dejó toda su documentación, ropa y objetos personales, incluso se dejó los ahorros de toda su vida. A partir de ese momento no se le volvió a ver.

Tras interponer su familia la denuncia, ante la Guardia Civil de Mula, se desplegó un operativo que nada tiene que ver, según la familia, con el gigantesco despliegue que se ha hecho para encontrar a Blanca. La búsqueda con voluntarios tan solo duró dos días.

«Se suspendió porque las autoridades supusieron que Alberto se había ido a hacer una vida de mendigo, simplemente por el hecho de que alguna vez comentó que si no encontraba trabajo, ese sería su futuro. Esto es algo que no cuadra puesto que se dejó en casa 4000 euros», señalan.

Varios días después de dejar sola a la familia buscando con voluntarios, se reactivó la búsqueda por las presiones familiares al Delegado del Gobierno durante solo dos días más.

«Esta búsqueda de agosto solamente contó con un número reducido de Guardias Civiles, Forestales, voluntarios de Protección Civil, Unidades Caninas de venteo y una cantidad de voluntarios civiles que nada tiene que ver con el despliegue efectuado estos últimos días en Cercedilla».

Según el portavoz de la familia, un tiempo después los GEAS miraron algunos embalses y llevaron a cabo un breve rastreo en el pantano de Pliego. La familia de Alberto continuó en solitario ese camino para seguir buscándolo. Hoy siguen pensando que Alberto pereció en Sierra Espuña, seguramente debido a un brote psicótico que le hizo desfallecer en algún lugar en plena ola de calor.

En los 13 meses que han pasado han convocando batidas por su cuenta, cada sábado con voluntarios. Han ido peinando una gran parte de la zona por donde pudo pasar, que coincide con la última señal de su teléfono móvil, el cual sigue apagado desde la 1.30 de la mañana del 5 de agosto.

Dicen que asisten «atónitos» ante el interés mediático que ha suscitado la desaparición de Blanca, y no entienden que para ellos no se hiciera el mismo esfuerzo ni se utilizaran los mismos recursos que en Cercedilla, y siguen pidiendo ayuda para encontrar a Alberto.