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Cómo descifrar la factura de la luz: ¿Qué tarifa eléctrica tengo contratada?

Cuatro de cada diez hogares españoles no saben responder si se les pregunta qué tarifa eléctrica tienen contratada. Desconocen a qué precio pagan la luz y, en ocasiones, hasta cuál es su compañía

Calcular cuánto gastamos en teléfono y leer la letra pequeña
Calcular cuánto gastamos en teléfono y leer la letra pequeñaStockStock

Lo más seguro es que sepas cuántos gigas de datos gastas al mes al navegar por internet con tu teléfono móvil. Conoces al dedillo la cuota que pagas para disfrutar de las series y películas que te ofrece tu plataforma de ocio favorita. Sabes cuánto IVA llevan los productos que vendes y cuánto te queda por pagar de hipoteca. ¿Pero serías capaz de afirmar con rotundidad que entiendes tu factura eléctrica? Probablemente, la respuesta sea «no».

Esta es la situación en la que se encuentran cuatro de cada diez hogares españoles, según datos de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia). Esto es: el 40% de los ciudadanos no sabe qué contestar cuando les preguntan qué tarifa eléctrica tienen contratada. Desconocen a qué precio pagan la luz y, en ocasiones, ni tan siquiera saben cuál es su compañía.

Entender cuánto desembolsamos por electricidad puede suponer todo un reto y a muchos usuarios se les acumulan las preguntas. Para revertir esta situación, y que todo el mundo sepa lo que tiene contratado y cuánto paga por la luz que consume, a continuación explicamos cómo es una factura del mercado regulado y una del mercado libre. De este modo, ayudaremos a descifrar qué se esconde detrás de cada concepto y entenderemos mejor cómo nos afectan las nuevas tarifas de electricidad.

Los dos mercados: el libre y el regulado

Poca gente sabe si tiene contratada la luz con una compañía del mercado libre o del mercado regulado. Poca gente sabe que en España existen dos mercados para la electricidad. De hecho, tres de cada cuatro hogares desconocen cuál es la diferencia entre ellos, según el informe de la CNMC.

Por tanto, el primer paso para entender nuestra factura, sería comprender brevemente la particular situación española, con dos mercados eléctricos muy distintos: el libre y el regulado.

Para conocer en qué mercado estás, debes mirar el encabezado de tu factura de la luz y fijarte en los datos de la empresa comercializadora con la que tienes hecho el contrato. A continuación, puedes buscar en internet si la compañía pertenece al mercado libre o al regulado. Por ejemplo, si pone Endesa Energía S.A. Unipersonal eres del mercado libre; si pone Energía XXI estás en el mercado regulado.

Actualmente, el 60% de los hogares de España (unos 16 millones) están en el mercado libre, y el otro 40% restante en el regulado (solo accesible a clientes domésticos y pequeños clientes, no a las empresas).

  • Mercado libre: dentro de este, las compañías ofrecen sus diferentes tarifas y tú eliges la que desees. Puedes cambiarla o irte a otra empresa cuando se te antoje. Además, existe una enorme variedad de tarifas que explicaremos a continuación (brevemente: algunas son planas, con el mismo precio independientemente de la hora a la que consumas electricidad, y otras contemplan precios diferentes según la franja horaria). Al final, pagas el precio que pone en tu contrato. En resumen: no es muy diferente del mercado que puedes encontrar en las tarifas de telefonía móvil o las plataformas de entretenimiento que ofrecen series y películas. Al igual que sabes cuánto vas a pagar por cada minuto de llamada, tienes la tranquilidad de saber cuánto te va a costar cada kWh que consumas.
  • Mercado regulado: la ofrecen unas pocas compañías designadas por el Gobierno, que están obligadas a estructurar la factura de la misma manera. La tarifa siempre es la misma y se llama PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). En este caso, el precio de la luz cambia cada hora según la oferta-demanda (el cruce entre quienes producen energía –la compañía generadora– y quienes la venden al consumidor –la comercializadora–). Es decir, pagarás más si consumes en las horas caras y pagarás menos cuando consumas en las horas baratas. Adicionalmente, los clientes con determinadas características (clientes vulnerables) se pueden acoger al Bono Social, que es un descuento en la factura que dependerá del grado de vulnerabilidad. Para poder disfrutar de este descuento debes de tener contratada la tarifa PVPC.

¿Se puede cambiar de un mercado a otro?

Por supuesto. La liberalización consiste precisamente en eso: en que puedas elegir. Lo más importante al hablar de tarifas de la luz es tener claro que tú escoges en qué mercado quieres estar y siempre puedes cambiar de opinión. Tú decides qué tarifas vas a contratar y tú decides si quieres moverte a otra tarifa, a otra compañía eléctrica diferente o, incluso, a otro mercado.

El Gobierno ha aprobado la extensión de las rebajas fiscales eléctricas hasta el próximo 30 de junio
El Gobierno ha aprobado la extensión de las rebajas fiscales eléctricas hasta el próximo 30 de juniostocStock

La clave: encontrar la tarifa que mejor se adapte a ti

Lo siguiente que debemos conocer es qué tipo de tarifa tenemos contratada. Existe una variedad de modalidades para elegir. A la hora de decidir, debemos informarnos bien de cuáles son sus características y funcionamiento, para entender cuál es la que más nos conviene. Es decir: si es la que mejor se adapta a nuestro perfil de consumo; si preferimos una tarifa que no varíe, lo que implica que a veces será más barata y otras veces más cara que una tarifa que sí oscile; o bien, si es la que más nos va a ayudar a ahorrar o a utilizar la electricidad de manera más responsable y sostenible.

Hay muchos modelos de tarifa, pues cada comercializadora puede diseñarlas como quiera:

  • Tarifa «plana»: una cuota fija al mes, personalizada según tu consumo. El importe mensual está cerrado, independientemente de lo que gastes en la electricidad de tu hogar. Aunque tu consumo varíe, siempre pagarás lo mismo a fin de mes. Está especialmente indicada para aquellos hogares que no quieren preocuparse del gasto energético. Por ejemplo, aquellos con un consumo importante de energía en sus aires acondicionados o calefacciones eléctricas.
  • Tarifa fija: establece un precio único por kWh, independientemente del momento en el que se consuma la energía. Esto quiere decir que da igual a qué hora pongas tu lavadora o enciendas tu calefacción eléctrica, porque el precio que pagarás por cada kWh que consumas será el mismo. Este tipo de tarifa se adapta muy bien a aquellos hogares preocupados por su consumo eléctrico, pero que no pueden estar pendientes de horarios a la hora de consumir.
  • Tarifa con varios periodos: si tu modo de vida te permite organizarte para concentrar todo tu consumo eléctrico por la tarde-noche o los fines de semana, este es tu tipo de tarifa, ya que ofrece precios más baratos por kWh durante las horas de la noche y las 24 horas del día los fines de semana o festivos.
  • Tarifa horaria: en este tipo, el precio de la energía varía de una hora a otra. Y de un día a otro. Esta tarifa estaría ideal para aquellos clientes que les permita modular sus consumos horarios en función de los precios previstos, siendo conscientes que los factores que intervienen en esta fluctuación del precio del kWh son muchos.

Si estás preocupado por la sostenibilidad y la eficiencia energética, también puedes elegir una tarifa verde, en la que te aseguras que el 100% de tu consumo proviene de fuentes de energía renovable.

Además, también existen otros tipos de tarifas eléctricas que incluyen una facturación conjunta con el suministro de gas o que incluyen algunos servicios extra. En cualquier caso, no estás obligado a mantenerla. Tú mandas y eres libre de quedarte con la misma tarifa o cambiarla cuando desees.

La nueva factura de la luz, entendida en cinco puntos

1. ¿Qué ha sucedido?
Que el 1 de junio entró en vigor una nueva metodología de tarifa, que ha introducido cambios en la manera de calcular lo que pagamos en una parte de la factura de la luz. Estos cambios afectan sólo a la parte regulada de la factura, lo que técnicamente se denominan peajes y cargos. Es lo que pagamos por utilizar las redes de distribución que nos llevan la electricidad a casa y por diversos costes que el Gobierno introduce en la tarifa, como las ayudas a la generación renovable.
2. ¿A quién afecta este cambio?
A todos los consumidores, da igual si están en el mercado libre o el mercado regulado, pues atañe a la parte regulada de la factura. Esto es, a la parte que indica lo que pagamos por el coste de la red que transporta la energía eléctrica hasta nuestra casa (los peajes) y a otros costes que se conocen como cargos.
3. ¿Quién ha hecho este cambio?
La CNMC, por mandato de la Unión Europea, se ha encargado de un aspecto (peajes) y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, del otro (cargos).
4. ¿Qué ha cambiado en la factura de la luz?
Los cambios afectan tanto a la parte variable de la factura (tu consumo) como a la fija (la potencia contratada). En ambos casos, pagarás más o menos según la hora del día (periodos horarios).
En la parte variable se han establecido tres precios de la energía diferentes en función del horario: punta, llano y valle. En las horas valle, el precio de la energía es significativamente menor al precio en las horas punta y comprenden el horario nocturno (desde las 00:00 horas a las 8:00 horas).
En la parte fija, son dos los tramos (punta y valle) para así poder tener mayor potencia contratada cuando más se necesita y reducirla cuando no haga tanta falta.
5. ¿Por qué se ha hecho este cambio?
Como se ha indicado anteriormente, este cambio viene motivado por Directivas europeas, pero además de los mandatos legales, estos cambios permiten a los hogares tomar las riendas de su consumo de electricidad y pagar menos por el término fijo. Además, incentiva el consumo en aquellos momentos en que la red está menos saturada y evita así los problemas de un uso ineficiente de la misma.
También adecúa la tarifa al consumo presente y futuro de la electricidad (coche eléctrico, sistemas de climatización por acumulación, electrodomésticos inteligentes…) y apoya la electrificación de hogares y economía para avanzar en la descarbonización del país. Finalmente, reduce en el futuro la dependencia energética del exterior, al potenciar el uso de fuentes renovables instaladas en España.

La pregunta del millón: ¿pagaré más con el cambio?

Las nuevas tarifas están diseñadas para repartir los mismos costes y en promedio todos los clientes pagarán lo mismo que antes. No obstante, cada consumidor puede pagar un poco más o un poco menos según se reparta su consumo en los periodos de punta, llano y valle, y según modifique sus potencias contratadas aprovechando la posibilidad de contratar distintas potencias en distintos periodos.

Esta nueva tarifa puede permitir que los hogares planifiquen su consumo para tratar de aprovechar las horas valle. Pero no, no se trata de planchar a las 3:00 de la mañana, como tanto se ha dicho en los últimos meses. Lo más importante es adecuar la potencia contratada a lo que necesitamos en cada periodo y saber que, en decisiones futuras como las de comprar un nuevo sistema de calefacción, conviene tener en cuenta la tarifa para elegir la mejor opción.

«Desde hace unos años, los contadores permiten saber cuánto se consume cada hora», señala Andrés Morata, responsable de Gestión Económica del Sistema de la Dirección de Regulación de Iberia en Endesa. El análisis de esta información ha permitido diseñar un sistema que posibilita trasladar consumos a horas de menor coste.

Además, ahora todo el fin de semana entra en horario valle, mientras que en las antiguas tarifas con discriminación horaria no ocurría así. En realidad, las horas punta son minoritarias frente a las más baratas, que son la mayoría de las horas del año. Son datos que tenidos en cuenta nos pueden ayudar a contener el recibo, más en momentos en los que el coste de energía está en máximos.

En este sentido, el mercado libre mayoritariamente oferta precios fijos mientras que el mercado regulado tiene en cuenta el precio de producción de la electricidad y, por tanto, supone volatilidad.

Es importante recordar que el cambio de tarifas es en la parte regulada (es decir, los peajes y cargos). Además, en la factura está reflejado el coste de la energía que en estos últimos meses se ha visto muy afectado por el incremento de precios del gas y del CO2. Este incremento se ha trasladado a los clientes en el mercado regulado, mientras que los clientes en el mercado libre –en su mayoría con contratos a precios fijos– no se han visto afectados.

Por último, pero no menos importante, esta estructura incentiva el uso de la electricidad en hogares y empresas en lugar de otras energías más contaminantes, lo que nos permitirá avanzar en el objetivo de descarbonizar y, por lo tanto, de cuidar el planeta.

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