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De camionero a pieza clave de la transición energética: la historia de Emilio Segura

Este almeriense de 51 años trabaja en el desmantelamiento la central térmica de Carboneras: «Vi una oportunidad clara para empezar a trabajar en un sector que crecerá en los próximos años»

Endesa Carboneras
Más de 2.300 personas han recibido formación para el sector de las energías renovablesEndesa

Se pasa una página de la historia de la localidad almeriense de Carboneras para empezar a escribir las de un futuro más próspero. El 16 de diciembre de 2021 se pulsó el botón que desconectó la sala de control de la central térmica Litoral, la última planta de carbón en Andalucía. En esa fecha se dijo adiós a una instalación contaminante, pero también comenzó a darse la bienvenida a los nuevos proyectos de energía renovable que albergará ese mismo solar.

Los personajes que protagonizan este capítulo, el de la transición ecológica, son personas corrientes, como cualquiera de nosotros. Personas como Emilio Segura Raya, de 51 años, nacido en Almería, quien tras años al volante de un camión de mercancías que realizaba rutas internacionales, por fin ha encontrado un empleo en su lugar de residencia. Ahora trabaja en la desmantelación de la central de Carboneras junto a otros 200 compañeros, cuyo cierre forma parte del proyecto de transición justa de Endesa.

Será un proceso largo y ambicioso. La compañía cerrará todas las instalaciones térmicas tres años antes de lo previsto (para 2027). Pero las antiguas plantas no se van a desperdiciar: se convertirán en centros de energía renovable, un proceso que pone el acento en el empleo local. De hecho, Emilio Segura y muchos de sus compañeros son parte de las más de 2.300 personas que han recibido formación para el desmantelamiento de centrales y para el sector de las energías renovables, a través de los cursos impartidos por Endesa en toda la geografía española.

«Después de varios años como camionero, buscaba algo más estable y, sobre todo, que estuviera cerca de mi hogar», explica. «Ya había participado en algún curso de formación de Endesa, pero en este último proceso vi una oportunidad clara para desarrollarme en un ámbito local, cerca de casa», asegura. Ese es, precisamente, el objetivo de estas formaciones: capacitar a los vecinos en zonas donde se demolerán las plantas y se desarrollarán nuevos proyectos industriales que cumplan criterios de sostenibilidad.

De esta forma, Emilio logró un puesto de trabajo que le abre las puertas al futuro de la energía. «Estos cursos», afirma, «son muy positivos e interesantes para entrar a trabajar en cualquier fábrica o industria, porque la capacitación es muy concreta», explica. Al curso presencial de 60 horas sobre riesgos laborales –una parte «esencial en el día a día de nuestro trabajo»– le seguirá el segundo de un total de tres cursos formativos que el almeriense recibirá a lo largo de este año. En total, 400 horas.

Entre tanto, Emilio trabaja en el «descalorifugado» de la instalación. Esta labor consiste en retirar el aislamiento de las paredes de los diferentes edificios que conforman la central térmica: caldera, precipitadores y otros. Para realizar este trabajo se exige una preparación muy específica y de calidad. Por eso «durante la formación hemos aprendido cómo utilizar correctamente estas herramientas», detalla. Sabe bien que, al igual que se está desmantelando esta central de Carboneras, se desmantelarán otras. «La experiencia que hemos ganado trabajando estos años servirá para otros proyectos más adelante», apunta.

Operario desconectando los sistemas de la central térmica de Litoral en Carboneras
Operario desconectando los sistemas de la central térmica de Litoral en CarbonerasEndesa

Sobre el trabajo de descalorifugado, señala que lo realiza desde sitios muy distintos: a veces desde un andamio a cinco metros de altura; otras desde una carretilla elevadora. Pero lo que más le motiva es que «todo el material que estamos retirando no va a ir a la basura». Nada se desperdiciará. Desde el aluminio de las placas hasta el revestimiento de lana roca, todo tendrá un nuevo uso a través de su reciclaje y reutilización. Este es uno de los puntos fuertes del proyecto: «Todo lo que estamos retirando se va a tratar de manera que va a tener un nuevo uso».

Para saber qué tipo de infraestructuras albergará la central, toca esperar. Lo que ya se conoce es que el concurso de proyectos que lanzó Endesa recibió 14 propuestas vinculantes. Estas versan sobre temáticas relacionadas con la economía circular, la acuicultura, los biocombustibles, el turismo y la logística. Una mesa de expertos analizará la viabilidad de cada proyecto con la vista puesta en el futuro de la zona.

De forma paralela, Endesa instalará unos 1.200 megavatios de potencia renovable, principalmente fotovoltaica, que sustituirán a los 1.159 megavatios de potencia de la antigua central térmica. Emilio apunta: «Seguramente se instalarán paneles fotovoltaicos o generadores de energía eólica». A fin de cuentas, es la energía del presente y del futuro. «Por eso, estos cursos son una oportunidad para empezar a trabajar en un sector que crecerá en los próximos años».

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