Transporte

El Rolls-Royce Cullinan de la esposa del ejecutivo de Google

Personalizado hasta el último detalle, se reconoce incluso por el estilizado logotipo del tacón de aguja en los paneles de las puertas

Rolls-Royce Cullinan
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Pocas personas (quizás) conocen a Ben Sloss: se incorporó a Google hace 17 años, en 2003, y ahora es vicepresidente. Él y su esposa Christine siempre han sido entusiastas de los coches: coleccionan Ferraris y Rolls-Royce y participan a menudo en carreras de resistencia y de regularidad.

Christine conduce un Dawn todos los días y, para añadir una pieza única a la colección, recientemente encargó un Cullinan especial a Bespoke, la división de fabricación a medida de Rolls-Royce, que ha sido personalizado en todos sus detalles.

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Azul con detalles amarillos

Como se puede ver en las fotos, el color básico de la carrocería es un azul intenso, el Pikes Peak Blue, con una franja amarilla (¡pintada a mano!) que recorre la cintura, dos colores a los que la pareja es tan aficionada que los elige como librea para todos sus coches de carreras. También son de color amarillo los detalles del tapacubos de las ruedas y las pinzas de freno.

En el interior, se utiliza la misma combinación de colores. Los asientos están tapizados en cuero azul marino oscuro con costuras amarillas en contraste y adornos amarillos adicionales, tanto en el cuero como en detalles repartidos aquí y allá en el habitáculo, como los bolsillos de las puertas y la instrumentación. En el centro del salpicadero, el reloj analógico incrustado se ha hecho a medida y los paneles de las puertas llevan bordado el logotipo con el que la señora Sloss suele correr en la pista: un estilizado tacón de aguja.

Rolls-Royce Cullinan
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El precio no se conoce

Básicamente, el Rolls-Royce Cullinan utilizado pertenece a la serie especial Black Badge que, respecto a la base, añade adornos de carbono y detalles en negro. Bajo el capó se encuentra un gigantesco V12 de 6.0 litros con 600 CV y 900 Nm de par.

No se sabe nada del precio de creación de este one-off, ciertamente muy elevado teniendo en cuenta que el Cullinan ya parte de 351.000 euros.

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