Subasta
Se subastan las joyas de la hija de Napoleón Bonaparte valoradas en 680.000 euros
Una subasta donde se ofrezcan objetos valiosos de familias reales es muy inusual, por lo que despierta un interés inmediato.
Diamantes y zafiros. Estas son las piedras preciosas de las joyas que ya se adquirieron el pasado 12 de mayo en una subasta en Christie´s, donde se ofrecen unas importantes joyas que pertenecieron a la hija de Napoleón Bonaparte.
Stéphanie de Beauharnais fue la hija de una de las personalidades más controvertidas de Europa. A la duquesa le pertenecieron dos diamantes y un zafiro, los mismos que le fueron obsequiados el día de su boda y que datan de principios del siglo XIX.
El experto en joyas Lukas Biehler resalta la idea de que hay una sincronización fortuita: 200 años después de la partida de Napoleón Bonaparte, el 5 de mayo de 1821, esta subasta se lleva a cabo.
Biehler afirma que las joyas asombran por su alta calidad. Estas consisten en un juego de collar, anillo y pulsera, que junto a una tiara, dos broches, dos colgantes y un par de pendientes, conforman un conjunto exquisito. La tiara es la corona real de la reina María II de Portugal, que fue sumada posteriormente a la colección.
El experto agrega que los zafiros provienen de Sri Lanka y que destacan por su deslumbramiento. Para él es extraño que se subaste una joya real, ya que siempre los reyes o reinas que siguen a su dueño o dueña, adquieren estos valiosos objetos para su uso o se conservan entre los tesoros reales y en muchos casos terminan en alguna importante galería de un museo.
Las joyas, que en su conjunto forman nueve piezas, se estiman en un valor de 680.000 euros aproximadamente y su subasta se convierte en una de las más importantes de los últimos tiempos, ya que es un hecho insólito que las joyas reales lleguen a venderse de esta manera. Un hecho que solo ocurre una vez cada 100 años.
Stéphanie de Beauharnais nació en el seno de una familia aristócrata en Versalles, justamente en los comienzos de la Revolución Francesa. Stéphanie era sobrina de la primera esposa de Napoleón, Joséphine Tascher de la Pagerie, y Napoleón la adoptó formalmente. El emperador le dio una vida de lujos y confort en el Palacio de las Tullerías con el título de Alteza Imperial. Luego la joven se casó con el Gran Duque de Baden para formalizar una alianza política con Alemania.
En la subasta, las notas que definen la historia de las joyas refieren que estas fueron adquiridas por Stephanie por medio de su prima Hortense de Beauharnais. No se sabe con exactitud si las joyas fueron un regalo de Hortense o fueron compradas por la joven.
Stephanie murió en el año 1860 y tenía en su patrimonio una extensa colección de joyas que se repartieron entre sus herederos. Algunas de sus joyas, como una tiara de diamantes y perlas, fueron vendidas en 2007 y el famoso collar que el emperador le regaló, se encuentra en el Victoria and Albert Museum de Londres.
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