El lanzamiento del McLaren Artura se retrasa por la escasez de chips

El McLaren Artura 2022 debía lanzarse este otoño en Estados Unidos. Sin embargo, el invierno ha llegado y todavía no hay Artura. De hecho, no habrá ninguno hasta principios de julio, según un nuevo informe de Automotive News. La escasez de chips que ha sacudido a toda la industria automovilística ha afectado finalmente a McLaren. El portavoz del concesionario, Roger Ormisher, ha confirmado el retraso a la publicación.

Este no es el primer contratiempo que sufre el Artura en su camino al mercado. McLaren quería lanzar el superdeportivo en otoño de 2020, pero tuvo que retrasar el lanzamiento hasta junio de este año. Los problemas en la cadena de suministro retrasaron entonces el lanzamiento del coche en Estados Unidos, y la actual escasez de chips hará que su lanzamiento se retrase aún más. Una fuente consultada por Automotive Newsha explicado que McLaren está dando prioridad a su suministro de chips para los modelos de mayor margen, ya que se enfrenta a la misma escasez que afecta a la producción de otros fabricantes de automóviles.

El Artura 2022 es el primer híbrido de producción en serie de la marca, y tiene un gran potencial tecnológico. Combina un motor eléctrico situado en el cárter de la transmisión con un V6 de 3,0 litros con doble turbocompresor. La potencia combinada es de 671 caballos y 804 Newton-metros de par, lo que puede impulsar al supercoche hasta los 100 kilómetros por hora en 3 segundos. Su velocidad máxima está limitada a 329 km/h. También cuenta con una nueva transmisión de doble embrague de ocho velocidades.

La noticia del retraso del Artura duele, pero no es sorprendente. En marzo, los fabricantes de automóviles empezaron a sufrir escasez de chips, lo que obligó a muchos a interrumpir la producción o a fabricar vehículos sin ciertas características. Nueve meses después, los fabricantes de automóviles siguen luchando, y empresas como BMW, Chevy, Alfa Romeo y Toyota se han visto afectadas en diversos grados. Es probable que los fabricantes de automóviles se enfrenten a este problema hasta bien entrado este año, antes de que la cadena de suministro mundial resuelva sus cuellos de botella.