Llega la subasta del año: más de 1.000 millones de dólares por la colección privada de Paul Allen

Si alguien la califica como la subasta del año, no quedaría mucho margen de maniobra para la discusión. Los próximos días 9 y 10 de noviembre, la prestigiosa casa Christie’s organiza el evento Visionary: The Paul G. Allen Collection, donde se expondrá la colección del cofundador de Microsoft, Paul Allen, amigo desde la infancia de Bill Gates, que falleció en octubre de 2018. El impresionante legado contiene 150 piezas de los algunos de los artistas más importantes de toda la historia.

Los organizadores esperan pujas millonarias que acaben con una velada en la que se inviertan más de 1.000 millones de dólares. “Esta es la colección con el valor más alto jamás vendida en una subasta. Es un evento que solo ocurre una vez por siglo”, reconoció Johanna Flaum, jefa del Departamento de Arte Contemporáneo y de Posguerra de Christie’s en Nueva York. Probablemente se llegue a batir el récord instaurado la pasada primavera, cuando la macrosubasta organizada por la pareja estadounidense Harry y Linda Macklowe en Sotheby’s recaudó 922 millones de dólares.

En la primera de las dos jornadas previstas se realizará un viaje de más de 500 años de historia del arte, con sensacionales piezas de que iban desde las famosas vistas de Venecia de Canaletto, hasta la magistral visión del Mont Sainte-Victoire, obra de Paul Cezanne, pasando por el Bosque de abedules, de Gustav Klimt o más recientemente, las alegres representaciones de David Hockney de su Yorkshire natal. Pero también se puede pujar por obras extraordinarias de Boticelli, Seurat o Lucian Freud.

Desde Christie’s se deja caer la cifra de 120 millones de dólares como precio estimado para cada uno de los dos tesoros más importantes de la subasta, el Orchard with Cypresses, de Vincent Van Gogh o el anteriormente citado Mont Sainte-Victoire, la obra de Paul Cezanne.

El 10 de noviembre será el turno para pujar por obras de destacados artistas de la posguerra, como Sam Francis, Anges Martin o Gerhard Richter, o maestros modernos como Picasso, Giacometti o Paul Strand.

Cumpliendo con el último deseo del fallecido Paul Allen, todas las ganancias que se obtengan de la venta de las 150 piezas que componen su colección privada serán donadas a la caridad.