Subasta
Un jarrón chino valorado en 2.000 euros se vende por más de 9 millones
La casa de subastas francesa Osenat ha despedido al trabajador que tasó “erróneamente” el precio de la millonaria vasija
“Una historia de locos”, así ha clasificado Jean-Pierre Osenat, dueño de la casa de subastas Osenat, lo ocurrido con una de sus últimas piezas vendidas. Un experto de la galería francesa tasó un jarrón chino por un valor aproximado entre los 1.500 y los 2.000 euros y, pocos días después, la pieza acabó vendiéndose por un precio 4.000 veces mayor que el estimado: más de 9 millones de euros.
Los organizadores de la subasta comenzaron a notar que el objeto no era un simple jarrón con la publicación del catálogo de piezas. La exposición previa a la subasta llenó la sala, con cerca de 400 compradores interesados. De hecho, la casa recogió tantas inscripciones que tuvo que cerrar la lista de asistentes y limitar la venta a 30 compradores, 15 en sala y 15 telefónicos, algo muy poco habitual. “Vinieron con lámparas y lupas para mirarlo (el jarrón). Obviamente vieron algo”, explicaba Osenat tras la venta.
El día de la subasta, las pujas escalaron rápidamente, con mucho movimiento hasta que se escuchó el grito de “2 millones” de uno de los posibles compradores. A pesar de las altas cantidades, 10 personas se mantuvieron hasta la puja de 5 millones de euros. Al llegar a los 7, la disputa quedó entre solo dos interesados. La subasta acabó cerrando con una última puja telefónica desde china por un precio de 7,7 millones de euros, que tras las tasas se quedó en un total de 9,12 millones.
El jarrón de 9 millones de euros
Esta sorprendente historia comienza también con una venta. Una mujer francesa decidió a principios de año deshacerse de los muebles y objetos de la casa de su difunta madre. El jarrón, de estilo chino tianqiuping, estaba entre los bienes vendidos a la casa de subastas, por lo que fue empaquetado y enviado a París desde Bretaña para formar parte de una colección de 200 piezas, ninguna de las cuales estaba tasada por encima de los 8 mil euros.
El experto de la casa estimó el precio basando su juicio en que se trataba de una pieza decorativa común del siglo XX, eso sí, en muy buen estado de conservación. El catálogo describía este objeto como un “gran jarrón de porcelana tianqiuping y esmalte policromo de estilo azul-blanco con cuerpo globular y largo cuello cilíndrico, decorado con nueve feroces dragones y nubes (marca bajo la base)”.
Tras enterarse del precio final de esta curiosa pieza, la vendedora explicó que el jarrón había pertenecido a su familia durante generaciones y que solían utilizarlo para poner flores en él. Como cabe esperar, la antigua dueña está desconcertada con la subasta, en palabras del dueño de la casa: “Si se hubiera vendido por 150 mil dólares habría sido algo, pero 7.7 millones de dólares es otra cosa. Le aterra aparecer en la prensa y se siente bastante traumatizada por ello”.
Una tasación polémica que vale un puesto de trabajo
Como ha aclarado Osenat, a su juicio, el tasador de la empresa tuvo una grave equivocación: “El experto cometió un error. Una sola persona frente a 300 compradores chinos interesados no puede tener la razón”, puntualizó. Por ello, la casa de subastas ha despedido al trabajador, que sigue manteniendo su valoración original de la pieza.
Cédric Laborde, director del departamento de arte asiático de la compañía, no está completamente convencido de que el experto estuviera equivocado. “No sabemos si (el jarrón) es antiguo o no, ni el motivo por el que se vendió por ese precio. Tal vez nunca lo sabremos”, concluía el profesional.
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