Asamblea de Madrid
Mi casa no es tuya, mis hijos tampoco
El pacto de los que no duermen trabaja ya desde el Gobierno, a marchas forzadas, para hacer oposición a la oposición usando todas las herramientas, recursos e instituciones del Estado. En una semana habrá tres consejos de ministros. En el segundo de esta semana, la idea principal, nos la contaba la ministra de Educación, Isabel Celaá: “no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres”. Se trata de un argumento totalmente ideológico y prioritario para Pedro Sánchez a otros temas como la creación de empleo, la sanidad, las pensiones o el grave problema de la natalidad en España. Para Sánchez no se trata de mejorar España ni la vida de los españoles, se trata de implantar en la sociedad su trasnochado modelo de socialcomunismo que modele poco a poco la manera de pensar y la manera en la que debemos vivir; modelo pactado antes de las elecciones y ocultado a los ciudadanos en la campaña electoral.
Los medios y tertulianos afines al gobierno acusan a quien difiere de sus ideas de “querer crear incendios en la población”. Quien escribe estas líneas piensa que es el sanchismo el que crea cortinas de humo artificiales para que nos impidan hablar de lo que realmente importa como Cataluña, el desempleo o la situación económica. Por eso, durante el último año y medio hemos tenido como protagonistas de la actualidad temas que, sinceramente, nos importaban bien poco, pero que hábilmente servían al sanchismo para dividir a los españoles y que no se hablara de las cosas importantes para los españoles.
Durante la rueda de prensa en Moncloa y con la intención de dejar a Celaá como la moderada del equipo, tomó la palabra la nueva ministra Irene Montero, para hacer un “envido más”: “Hay niños secuestrados por homófobos que tienen que ser liberados por el Estado”; y toda España pensamos que se refería a los radicales independentistas catalanes que tienen acobardados y adoctrinados a los niños en los colegios catalanes, obligándoles a seguir las tesis dictatoriales de los independentistas y donde sufren acoso de profesores y de otros alumnos ya “convertidos” al radicalismo; pero no, del adoctrinamiento en Cataluña ni Celaá ni Irene se atrevieron a decir ni “mu”, se refería a personas mucho más peligrosas para el comunismo: Los padres.
El artículo 27.3 de la Constitución Española dice: “Los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”, y esta es una de las reglas de juego básicas que nos dimos todos como DERECHO FUNDAMENTAL, encomendando a los padres la responsabilidad de educar a sus hijos, y al Estado a consensuar los programas educativos para nuestros jóvenes, pero manteniendo en los padres el derecho de que sus hijos reciban la educación moral que esté de acuerdo con sus convicciones, dando a sus hijos la educación y los consejos que mejor considere.
Y no es que a estas alturas Pedro y Pablo tengan miedo a una sociedad plural, no tienen miedo ni a nombrar Fiscal General del Estado a Lola. Es la hoja de ruta socialcomunista que han empezado a tejer desde el Gobierno para tener el control de tu vida, de tus propiedades y hasta de tu forma de pensar; adoctrinando y, no tenga dudas, dividiendo entre buenos y malos a la sociedad, a los que no promulguen con sus doctrinas, porque el comunismo es especialista en imponer su modelo trasnochado convirtiendo a los ciudadanos en cómodos objetos subsidiados.
La izquierda radical que tenemos en el gobierno de España son especialistas en hablar poco de gestión y conseguir que se hable mucho de temas que sólo buscan dividir a la sociedad española. Podríamos poner cientos de ejemplos: guerra civil, caza, tauromaquia, religión, feminismo, ecologismo, procesiones, Franco… y ahora quieren dividirnos por la educación y por la familia. Atacan por un lado a la educación especial, a la educación concertada y a todo que se salga de su única forma de educar adoctrinando y, por otro, atacan los núcleos familiares, los tipos de familia y, ahora, la relación entre padres e hijos.
Empezábamos esta semana conociendo las propuestas con respecto a vivienda del nuevo gobierno. Llamaba poderosamente la atención que este Gobierno quiera saber que casas están vacías en España, para obligar a los propietarios a destinarlas a alquiler social, con el correspondiente susto de las familias humildes que se han hipotecado dos veces para tener un pisito en la playa donde llevar a sus hijos y nietos; y ayer Pablo Iglesias hilaba la vivienda y los niños al decir que “a los niños no se les escribe en el registro de la propiedad, se les inscribe en el registro civil”, porque claro, los hijos no son propiedad de los padres, son del Estado como tu vivienda en el pueblo o en la playa, que si está vacía, también será del Estado.
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