Cumple dos años en prisión con 44 expedientes disciplinarios, autolesiones y agresiones a funcionarias y otras internas. En noviembre de 2018 asesinó a Denisa, de 17 años, la ex novia de su pareja
“Hasta en lo más oscuro sigue brillando la luna”. Fue el último estado de WhatsApp de Denisa María Dragan y la frase que sus padres, Daniela y Emil, decidieron poner en la lápida del cementerio, inundada de peluches, fotos, velas y cartas para la joven asesinada en Alcorcón hace dos años, con solo 17. Su presunta homicida fue la actual pareja de su ex novio, Rocío Martínez Santamaría, que no se adapta a la vida en la cárcel después de más de 700 días desde que un juez acordara para ella la prisión preventiva por ser la presunta autora material del asesinato. Martínez ingresó en la cárcel de mujeres de Alcalá pero después fue trasladada a la de Brieva (Ávila) y, más tarde, a la de Topas (Salamanca), donde estuvo hasta el pasado 15 de octubre, cuando fue conducida, de nuevo, a la de Alcalá porque cuatro días más tarde declaró en el juzgado de instrucción de Alcorcón donde se sigue investigando el crimen.
Por todos los módulos que ha ido pasando en prisión, Rocío no ha sido nunca “una más” y, distintas fuentes penitenciarias, destacan su alto grado de conflictividad y la cantidad de peleas en las que ha estado involucrada. En Topas estuvo en el módulo 1, el de mujeres (ahora sería el 3) y no participó, según fuentes de la prisión, en ningún programa ni en “nada de nada” porque su actitud no era conciliadora. “La Golosina”, como la apodaban en Alcorcón y en Ventas de la Retamosa (el pueblo de Toledo donde vivía con sus padres), también ha provocado numerosos altercados autolesionándose con cortes. “Debe padecer alguna enfermedad que, por lo que sea, cuando la sancionaban no la podían aislar”, aseguran estas fuentes. Y Rocío, dicen, se aprovechaba de eso.
Desde que está preventiva, a la interna le han abierto 44 expedientes disciplinarios por agresiones a otras internas y a funcionarias. “La Golosina”, que se ha intentado suicidar varias veces y le han aplicado el Protocolo de Prevención de Suicidio (PPS), no se relaciona mucho con nadie y solo se mueve para coger productos básicos en el economato: cocacola, tabaco, latas de conserva...
En aislamiento por otra pelea
Ahora, que lleva poco más de un mes en la cárcel de Alcalá, ha vuelto a “liarla”. Hace unos quince días, según fuentes de la prisión, tuvo una pelea en el módulo donde se encontraba (el de las “malas”) y han tenido que sacarla del allí para llevarla, esta vez sí, a aislamiento, donde se encuentra desde entonces. Las mismas fuentes aseguran que son frecuentes las llamadas de su madre para protestar por las condiciones en las que se encuentra su hija. El regreso de “La Golosina” a Alcalá estuvo provocado por su declaración judicial, celebrada el pasado 19 de octubre y donde involucró de lleno a su ex novio, Mario Tabanera (también ex novio de la víctima).
“Él escribió las amenazas”
La declaración de Rocío fue demoledora. En una nueva línea en su estrategia de defensa, “La Golosina” acusó a su ex novio de haberla usurpado la identidad y ser él quien escribía los mensajes amenazantes al móvil de Denisa haciéndose pasar por ella. Esos whatsapp que la propia víctima enseñó a su madre pero que nunca les dio importancia. También escribió Rocío (o, según ella Mario), mensajes al entorno de Denisa amenazanhdo de muerte: «Cuando te pille a ti os abro la cabeza, a ver si te pillo aRocío se enteraba en esos momentos que Mario se seguía hablando con Denisa y se puso hecha una furia
También aseguró Rocío que fue él quien le proporcionó la cocaína a la que era adicta y que la indujo a cometer el asesinato. Todo sucedió la noche del 25 de noviembre de 2018, cuando diluviaba sobre Alcorcón. Tras haber estado dos días de fiesta y quedarse a dormir en casa de su novio (ella vivía en Ventas de Retamosa), la pareja se fue al McAuto del McDonalds del Ensanche Sur, donde comenzó, dentro del coche, una discusión tras descubrir una conversación de WhatsApp entre ellos. Se supone que Rocío se enteraba en esos momentos que Mario se seguía hablando con Denisa y se puso echa una furia. Al parecer, lo que le enfadó fue que sólo encontró los mensajes de ella porque Mario se había encargado de borrar los escritos por él. Por eso, como «no podía saber lo que Mario le había contestado a Denisa», Rocío le dijo que se lo preguntaría a ella misma. El chico, según recoge el sumario, al que ha tenido acceso este diario, le contestó que él sabía dónde encontrar a Denisa y Rocío le pidió que la llevara allí con el coche o que, si no, iría andando pero que iba a hablar con ella. El condujo hasta allí y, al llegar al lugar, ella habría cogido una navaja que guardaba Mario en la guantera y se bajó a la calle Desmonte, una peatonal donde vivía (en un local) Denisa junto a su nuevo novio, que en ese momento no estaba.
Testigo por teléfono
Llamó a la puerta y Denisa, que en ese instante estaba hablando por teléfono con una amiga (y que fue testigo del crimen vía telefónica) abrió la puerta y Rocío aprovechó para apuñalarla. Denisa trató de azuzarle a unos perros que tenía para defenderse pero no pudo hacer nada más y moriría pocas horas después. La agresora se fue y, junto a su novio, se volvieron a marchar en el coche. Tiraron por ahí la navaja y se fueron a dormir a casa de los tíos de Mario, por la plaza del Tejar, donde esa madrugada se enteraron que Denisa había fallecido en el Hospital de Alcorcón. Tardaron un par de días en detenerla y mientras contó con la ayuda de la familia de Mario y de sus padres, sabedores de lo que había hecho la joven porque ella mismo llamó a su padre al día siguiente y le dijo “Papa la he liado”, según explicó ella misma de forma espontánea a una pareja de agentes de la Policía Nacional que, una vez detenida, la acompañaron al hospital y se puso a explicarles cómo había sido todo, según publicó LARAZÓN.
El abogado de la acusación particular de la familia de Denisa, ejercida por el abogado Marcos García Montes, solicitarán para ambos asesinato con alevosía, amenazas continuadas, maltrato, acoso y, en el caso de Mario Tabanera, tráfico de drogas. También solicitaron el ingreso de Tabanera en prisión ante las manifestaciones realizadas ahora por Rocío, igual que lo hicieron el año pasado tras la declaración de una testigo, que situaba a Mario en el lugar del crimen. La juez decidió entonces enviar al joven a prisión pero volvió quedar en libertad en los próximos meses. Ahora, todos están a la espera de que se señale fecha para la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Madrid.