Aglomeraciones

El cierre regional evita otro llenazo en el centro de Madrid

La Policía Municipal tuvo que realizar cortes puntuales para evitar aglomeraciones en la calle Preciados y en Sol

En algunos puntos del centro de Madrid, la Policía cortó el acceso a algunas calles durante algunos minutos
En algunos puntos del centro de Madrid, la Policía cortó el acceso a algunas calles durante algunos minutosJesús G. FeriaLa Razon

El centro de Madrid volvió a vivir por la tarde de ayer una jornada de importante afluencia de madrileños. El cierre perimetral de la región –que arrancó el día 4 y se prolongará hasta el próximo día 13– evitó, sin embargo, que se reprodujeras las imágenes del pasado fin de semana, especialmente en la calle Preciados y su acceso desde la Puerta del Sol. Pese a esta mayor tranquilidad, la Policía Municipal realizó este sábado por la tarde cortes puntuales en las calles de acceso al centro de Madrid para evitar aglomeraciones de visitantes y garantizar que se cumple la distancia de seguridad, cierres que se van abriendo a medida que la zona de Sol va quedando de nuevo vacía.

José Luis Morcillo Pérez, comisario principal de la Policía Municipal, explicó a la agencia Efe que este sábado era el día del puente en el que se esperaba una mayor afluencia de personas a la Puerta del Sol y calles aledañas (Mayor, Arenal, Carretas, Preciados, El Carmen o Montera), y para evitar aglomeraciones unos 200 agentes se desplegaron en la zona.

El comisario explicó que para impedir que se acumulen masas de personas hay tres cinturones de cortes: el primero alrededor de la Puerta del Sol, el segundo a la altura de la Gran Vía y el tercero –en este caso no ya de peatones, sino de tráfico– algo más lejos para disuadir a los conductores de internarse en el centro.

Los tres cinturones estaban activos a media tarde del sábado, de manera que cuando la Puerta del Sol se nota algo más llena, se para a la gente en las vallas y se les hace esperar hasta que la céntrica plaza va quedando vacía de nuevo.

De esta forma, aseguró Morcillo, se está consiguiendo controlar la afluencia, aunque los vehículos policiales tienen activada la megafonía para recordar a la gente que han de separarse. «Nos interesan dos cosas: la seguridad del personal y que se mantenga la distancia de seguridad», afirmó.

Alrededor de las siete de la tarde muchas personas esperaban en las vallas de estos cinturones para poder acceder al centro, esperas que, según explicaron varios de ellos, rondaban los diez o quince minutos. Morcillo recordó que la zona del centro en la que se encuentran los puntos más atractivos de la Navidad (tiendas, belenes, mercadillos, etc.) ocupa un área equivalente a 14 hectáreas, donde «cabe mucha gente», pero en realidad no es el aforo el que preocupa a la Policía: «Lo que nos preocupa es que la gente no se junte en exceso».

Además, los agentes se encargan de facilitar al máximo el transporte público, que en ningún momento se ha visto interrumpido.

Unos 200 efectivos policiales, sumando los agentes de tráfico y de otros equipos especiales de la Policía Municipal, componen el operativo para garantizar que durante este puente no se producen aglomeraciones, aunque el comisario principal ha garantizado que, de ser necesario, se aumentarían los efectivos en el momento en que hiciera falta.