Un etarra será ponente de unas jornadas que organizan los promotores de los disturbios de Madrid

Un etarra, que intentó matar a una persona de etnia gitana, participará en unas jornadas sobre la amnistía que organizan este mes los que, según fuentes policiales, están detrás de los disturbios que ha sufrido Madrid en los primeros meses de este año.

Se trata de Oscar Cadenas, que fue condenado por el intento de asesinato de un joven en San Sebastián al que la banda terrorista, en su afán de juzgar, sentenciar y ejecutar a una persona en el mismo acto, al relacionarle con el mundo de la droga, intentó asesinar con una bomba-lapa colocada en los bajos de su automóvil. Sufrió graves heridas y amputaciones. También se le relacionó con el secuestro del industrial vasco José María Aldaya. Cadenas huyó a México, donde fue localizado gracias a investigaciones periodísticas y extraditado a España donde cumplió condena.

Otro de los ponentes es Manuel Arango, relacionado con el PCE r (su brazo armado eran los GRAPO), y que fue condenado por integración en organización terrorista y se le relacionó con el robo en una sucursal bancaria de Murcia.

En las jornadas, que organiza el Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAR), un grupo que en sus orígenes estuvo vinculado a Podemos y que ha estado detrás de algunos de los graves disturbios que se han producido en Madrid, como los del mes de febrero en el centro de la capital, con decenas de policías heridos, se discutirán asuntos como la “erradicación de la tortura y los malos tratos”; la memoria histórica; el derecho de autodeterminación; la disolución de la Audiencia Nacional; el sobreseimiento de las causas “por razones políticas y sociales”; la derogación de las leyes represivas; el retorno de los exilados y la amnistía total.

Oscar Cadenas fue condenado por el citado intento de asesinato. Lago San Juan resultó gravemente herido a causa de la explosión de una bomba lapa en su vehículo, en enero de 1991. Cadenas formaba parte del “comando Ipar Haizea” (Viento del Norte). La explosión produjo lesiones gravísimas a la víctima, quien sufrió la amputación del muslo izquierdo y del codo izquierdo, entre otras secuelas.