Cambio climático
Madrid tendrá cultivos más resistentes al clima
La estrategia para frenar el cambio climático prevé reducir emisiones de ozono y habrá más estaciones de control del aire
La Comunidad de Madrid tiene su hoja de ruta para luchar contra el cambio climático. De hecho, prevé someterla a información pública en el Portal de Transparencia, tal y como tiene previsto aprobar hoy el Consejo de Gobierno. Se trata de un conjunto de medidas a desarrollar hasta 2050 que incluirá políticas activas para la mejora de la calidad del aire y lograr una movilidad sostenible.
El plan presta especial atención al sector del transporte, el residencial, comercial e institucional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, se prevé reducir las emisiones de ozono con un plan específico para reducir este contaminante y se ampliará la red actual de control de Calidad del Aire con el aumento de estaciones.
De esta manera, se dotará de estación fija a aquellos municipios de más de 75.000 habitantes que carecen de ella como son Parla, Pozuelo de Alarcón, Las Rozas y San Sebastián de los Reyes. Estas estaciones contarán con analizadores y equipos de última generación que trasladarán los datos en tiempo real al Centro de procesamiento de la Comunidad de Madrid, según ha informado la Consejería de Medio Ambiente.
También se elaborará un protocolo para definir las Zonas de Bajas emisiones y «armonizar los criterios para una homogeneización a nivel local teniendo en cuenta las particularidades de los municipios. Hay que tener en cuenta de que el 40% del tráfico rodado se refiere a los transportes de logística (carga y descarga) y es necesario tenerlo en cuenta para esa homogeneización de zonas de bajas emisiones», aseguran desde Medio Ambiente.
Merece especial atención en el plan la agricultura como un importante fijador de carbono. Y es que «se entiende que la fijación de carbono anual de los cultivos se ve compensada por las emisiones que se generan en las propias labores de cultivo y recolección por lo que se entiende que el balance de emisiones en los cultivos anuales es neutro, pero además en aquellos cultivos permanentes (olivar, viñedo, lúpulo, frutales, etc), forestales, los sistemas agroforestales, los setos vivos o los suelos tienen un balance positivo y ejercen de sumideros de carbono». Es por esto por lo que la estrategia contempla realizar una prospección de la climatología para hacer cultivos más resistentes y para que se adapten mejor a los cambios del clima y se impulsará la I+D+I dirigida a la sostenibilidad de la tierra. Se trata, en definitiva, de una estrategia alineada con el Plan Terra de apoyo al sector primario.
«Apostamos por la economía verde. Los retos medioambientales están indisolublemente unidos a las actividades económicas como la agricultura y la ganadería, el agua y la gestión de los recursos naturales, pero también a la economía circular y el aprovechamiento de residuos, a las energías renovables o a la movilidad eléctrica. Abrazamos un concepto, el de economía verde, que aglutina las actividades económicas para un desarrollo medioambiental ordenado y equilibrado», asegura la Consejera de Medio Ambiente en funciones, Paloma Martín.
✕
Accede a tu cuenta para comentar