Educación

Madrid creará 400 aulas para tener a 20 niños por clase en 2023

El plan de Ayuso de bajada de ratios prevé destinar 25 millones en contratos a profesores

Niños caminan por el hall del colegio Virgen de Europa durante el primer día de clase del curso 2021-22
Niños caminan por el hall del colegio Virgen de Europa durante el primer día de clase del curso 2021-22Ricardo RubioEuropa Press

El curso arranca hoy en la Comunidad de Madrid y ya se está preparando lo que ocurrirá el siguiente por su envergadura. Está prevista una bajada histórica de alumnos por clase: 20 alumnos como máximo en todas las etapas educativas y eso obliga a la Consejería de Educación a crear 400 nuevas aulas para poder dar cumplimiento, en el curso 2022-23, a uno de los anuncios estrella de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en un año, además, electoral.

Si la ley de Educación estatal prevé unas ratios de 25 alumnos como máximo en Primaria, 30 en la Eso y 35 en Bachillerato, en Madrid habrá 20 estudiantes como máximo. «Ya estamos trabajando en este proyecto. Empezaremos por el primer curso del segundo ciclo de Infantil (4 años) el próximo curso y la medida tendrá un coste de de personal de 18 millones en la pública y de siete millones en la concertada. En total, destinaremos 25 millones a la contratación de profesorado», asegura a LA RAZÓN, el consejero de Educación, Universidades y Ciencia de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio. Calcula que, cuando esté totalmente implantado en todos los cursos, «el plan tendrá un coste anual de 700 millones y el coste de infraestructuras será de 300 millones. Estamos hablando de un proyecto de una envergadura gigantesca».

La Consejería asegura que a lo largo del curso 2020/21, la Comunidad de Madrid y de manera conjunta con los equipos directivos, realizó un esfuerzo para bajar el número de alumnos por aula y poder mantener una distancia interpersonal eficaz como medida contra el coronavirus. Eso ha servido para comprobar otro beneficio en materia educativa como es la mejora de resultados académicos gracias a la presencia de un menor número de alumnos por aula.

La cuestión estaría ahora en que si el próximo curso se van a empezar a reducir las ratios a 20 alumnos, cuánto más van a poder aprender los niños madrileños? ¿Va a mejorar su rendimiento? La Comunidad de Madrid cree que «la reducción del tamaño de los grupos podría incrementar las tasas de graduación en Madrid y favorecerá que un mayor porcentaje de jóvenes continúe sus estudios al finalizar la ESO, una cuestión fundamental para incrementar la empleabilidad futura de los madrileños». Y subrayan como una circunstancia a su favor el hecho de que la Comunidad de Madrid cerrara el año 2020 con el dato histórico más bajo en la tasa de abandono escolar desde que se contabiliza este índice educativo al recortarlo hasta el 10%, según la Encuesta de Población Activa que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por contra, a nivel nacional, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años que dejó los estudios sin haber obtenido el título de Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio fue del 16%. Así, Madrid mejora en 1,9 puntos el dato registrado durante 2019 y en seis la media registrada en España en 2020.

Expertos como Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, creen que «el análisis más amplio de la influencia de la ratio alumnos/clase en los resultados escolares se debe a PISA. En ediciones pasadas, esta evaluación internacional concluyó que la influencia era curvilínea, en forma de U invertida, de modo que había un valor óptimo, en torno a 20 alumnos, por debajo y por encima del cual los resultados empeoraban». En su opinión, ese valor «ha de ser modulado por el nivel socioeconómico de los alumnos. De modo que alumnos socialmente desaventajados precisarían ratios más bajas, mientras que el resto admitirían ratios más altas sin que ello afectara significativamente, en promedio, a sus resultados».

En todo caso, el experto considera que la reducción de la ratio ha de ir acompañada, para que sea efectiva, «de un cambio metodológico, que favorezca una mayor personalización de la enseñanza».

Por otra parte, el curso académico se inicia con las críticas de los sindicatos. Csif ha denunciado que la Comunidad de Madrid afronte el nuevo curso con 7.000 profesores menos de refuerzo mientras que a nivel nacional se ha despedido al 42% de los refuerzos contratados. CC OO, por su parte, ha llevado al Tribunal Superior de Justicia de Madrid la orden publicada por la Consejería de Educación publicada el pasado viernes y ha pedido medidas cautelarísimas para que se respete la distancia interpersonal de al menos 1,2 metros desde la ESO. CC OO critica que la Consejería «haya publicado una orden distinta a la tratada en el Consejo Escolar.