La escena final

El musical «Fama» regresa a Madrid: aquellos jóvenes sin móviles

Estará en el Teatro EDP Gran Vía hasta junio con nueva producción

Fama. El Musical
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Los jóvenes de los 80 crecieron viendo trabajar y sudar a los estudiantes de la academia de «Fama» con sus mallas y calentadores. «Tenéis muchos sueños, buscáis la fama. Pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagarla». Primero fue la película (1980) y, tras su éxito dio, el salto a la pequeña pantalla convertida en una de las series más longevas de la época. Luego vino el musical, estrenado en 1988 en el Coconut Grove Playhouse de Miami. Desde entonces, este espectáculo creado por David De Silva, el «Father Fame», no ha parado de representarse por todo el mundo, incluido España. Ahora regresa a Madrid, donde estará hasta el 26 de junio en el Teatro EDP Gran Vía, con la dirección artística y coreografías de Coco Comin y la dirección musical de Pablo Salinas.

Comin creó su propia escuela hace 51 años y en su notable trayectoria como profesora de danza, ha trabajado con multitud de artistas que tenían el sueño de llegar. Ella, a quien podríamos llamar la «Mother Fame» española porque ya estuvo al frente de él en 2004, vuelve a dirigirlo y coreografiarlo con una ilusión renovada y una nueva producción. “Fama” tiene la potestad de atrapar cada vez a un gran número de entregados admiradores porque toca la fibra y este es su gran éxito, se hace querer, aunque sea el mismo de siempre. Junto a “West Side Story” y “Grease”, forman el triunvirato de la historia de los musicales, el podio de honor», afirma la directora, que cree que la pieza engancha también porque los jóvenes se identifican con sus sueños y con algunos de los personajes. «Hay un amplio muestrario de personalidades, el soñador, el estudioso, el disparatado, el chistoso que hace reír, el enamoradizo, el que busca su sexualidad y no la ha encontrado, el preferido de los profesores…estereotipos con los que se identifican. Además –remarca Comin– entre ellos hablan, no se comunican a través de móviles, conservan el valor del diálogo, del encuentro, de la conversación personal y no con mensajes».

A pesar de esto, la directora y coreógrafa piensa que «Fama» sigue estando más vigente que nunca, «porque es atemporal, porque los valores de trabajo, esfuerzo y lucha que transmite valen para todas las épocas y todas las disciplinas. Hay que trabajar –prosigue–, la fama instantánea no es lo que buscamos, sino un triunfo a largo plazo, sobre todo ahora que se consigue rápido con los show televisivos, con solo pasearse por la alfombra roja o hacer un numerito en internet ventilando vidas ajenas. Hay que explicarles que esto no va así», afirma Comín, que ha visto triunfos y muchos sueños frustrados que se han quedado por el camino. «Pero, ¡ojo!, además del sacrificio, también apela a la diversión –advierte–, no todo es tan pesado como para que cueste levantarse cada día, al contrario, no hay sitio mejor en el mundo que una escuela de artes escénicas para pasar la adolescencia, y esta es una imagen que nos gusta, aparte del esfuerzo, el sudor y un talento innato que hay que tener y desarrollar». El triunfo es una carrera de fondo, «es repetición, constancia, hacer una piel fuerte, acostumbrase al no, a corregir y a mejorar muy poquito a poco, pero hay que disfrutar».

La producción es nueva, pero les queda poco margen parar innovar, asegura, «porque los autores están vivos y se van a ver las producciones por todo el mundo y no dejan. El creador, David de Silva, lo amalgama todo y tiene unas ideas muy concretas. El guion debe ser similar, aunque yo he añadido cosas –explica–, hay cambios en las letras de las canciones y la traducción al español y hemos sustituido un cuadro flamenco, que era patético, por un número de claqué a lo americano que hemos creado, pero la esencia tiene que ser la misma», concluye Comin.

Dónde Teatro EDP Gran Vía Cuándo hasta el 26 de junio Cuánto entre 24 y 60 euros