Arte

El arquitecto que triunfa en todo el mundo con sus cuadros de Madrid: “Me encantaría hacer un mural en la torre Picasso”

El madrileño Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña ha conquistado medio mundo con unas obras en las que son esenciales la alegría, el color y la arquitectura

Entrevista al ilustrador Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña.
Entrevista al ilustrador Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña.Jesús G. FeriaLa Razon

En marzo de 2020 se produjo un punto de inflexión en todo el mundo y, como tantas otras personas, Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña (Madrid, 1988) decidió cambiar el rumbo de su vida durante la pandemia, después de que la empresa en la que trabajaba como arquitecto entrase en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). En su caso, se atrevió, tras muchos años de interés en el mundo artístico, a dedicarse por completo a la creación pictórica, algo que, hasta ese momento, era una mera afición para él.

“Empecé a pintar para sacarme un sobresueldo, me encantaba todo lo que tenía que ver con el Pop Art e hice un cuadro muy interesante y muy grande en mi casa. Cuando la gente venía y lo veía, me preguntaban por nombre del autor y, al principio, no se creían que fuese yo. A raíz de la pandemia, tuve más tiempo para dibujar, empezaron a hacerme encargos y comencé a compartir mis cuadros en las redes sociales”, explica a LA RAZÓN.

Y, poco más de año y medio después de crearse un perfil específico para su arte en Instagram, puede decir que ha expuesto en cinco países... con sus particularidades.

Entrevista al ilustrador Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña.
Entrevista al ilustrador Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña.Jesús G. FeriaLa Razon

“En Asia le dan muchísima importancia a los detalles, yo ahora estoy en una exposición individual en Shanghái y, para ella, hice el plano del metro en un cuadro. Por lo visto, hay una línea de metro nueva que no incluí, y por eso les está gustando menos el cuadro, es un público muy exigente. En Nueva York, en cambio, lo que les gusta es que les impacte, que transmita pasión, que diga algo... no le prestan tanta importancia a los detalles minuciosos”, recuerda.

Eso sí, lo que no cambia es la alegría que el artista busca transmitir con sus obras, una respuesta a la época tan oscura en la que empezó a crear, pero también una manera de asomarse a su personalidad, “muy sociable”. Además, como pasa con otros creadores como El Bosco, y al ser formatos que aglutinan tantos elementos que el propio Gonhdo define como «horror vacui», no resulta nada raro que los compradores de sus obras se pongan en contacto con él meses después de haberlas adquirido para contarle que han descubierto un nuevo objeto o una referencia que no habían visto antes en el cuadro, por lo que las piezas se van redescubriendo con el paso del tiempo, de manera que no llegan a aburrir nunca.

Es precisamente por esas intrahistorias que Gonzalo apuesta por formatos grandes, aunque también se decanta por ellos al creer que es lo más adecuado para las creaciones más plásticas, con tintes de cómics. Tanto es así, que una de sus mayores influencias son los murales de Diego Rivera, como la Epopeya del pueblo mexicano o La creación; y sueña con hacer uno en la emblemática torre Picasso, en Azca, que alberga sedes de algunas de las empresas más significativas que operan en España.

“Los nuevos artistas deben estar seguros de sí mismos y presentar su trabajo sin complejos”

Entre las mayores influencias del pintor, licenciado en Arquitectura Técnica por la Universidad Politécnica de Madrid, se encuentran también el icono de la cultura callejera de la Nueva York de los ochenta, Keith Haring; Mister Doodle, que “aspira a llenar el mundo entero de dibujos” (y ha empezado por su propia mansión); sin olvidar a clásicos como Pablo Picasso y Piet Mondrian, por su tratamiento del color.

Por su parte, el arquitecto utiliza, sobre todo, pintura acrílica, vinílica y al óleo para plasmar las escenas que le inspiran, que van desde sus viajes a lo más cotidiano, como una tienda todo a cien que le hizo gracia al pensar en lo curioso que es que muchos establecimientos se sigan llamando así pese a que hace ya 22 años que no se utilizan las pesetas. Otro factor que marca su carrera son las redes sociales.

“Son una de las grandes herramientas que me han ayudado a crecer, es una revolución en la que puedes plasmar tu arte y aprender muchísimas cosas. Hay técnicas e ideas que he aprendido viendo vídeos en las plataformas digitales. De hecho, el propio cliente disfruta al formar parte de ese proceso creativo cuando te ve en un vídeo pintando el cuadro que está en su casa, así se disfruta de él de una forma distinta, electrónica y de una forma física”, expone.

En este punto, el creador, muy lejos de verse sin ambiciones, comenta que sueña con conocer a artistas como Rafael Macarrón, Javier Calleja, Ana Barriga, Edgar Plans y Jorge Galindo, con quienes hasta hace unos días compartió espacio en la Galería Pilares (C/ Andrés Mellado, 39) para exponer algunas de sus obras: “Hace tan solo un año, jamás habría pensado que me iba a codear con los más grandes y esta galería me ha dado la oportunidad”, celebra.

Próximamente, se espera que su obra pase por lugares como El Corte Inglés de Castellana, Aranda de Duero, México y París. Y, como alguien que lleva dedicándose por entero al arte poco tiempo, tiene claro cuál es cu consejo para otros artistas noveles que se estén iniciando: “Es importante compartir tus creaciones, sin complejos, con tu entorno. Ellos pueden ser los que te oculten o quienes se conviertan en tus primeros clientes y hablen a los demás de ti. Pueden darte el empuje y el coraje que necesitas para salir adelante. También es esencial no rendirse nunca, confiar en uno mismo y mirar al futuro”, confiesa.

En su pasado, Gonhdo ha vivido en Inglaterra, Estados Unidos y México. En este último país, hizo su proyecto final de carrera y se quedó un tiempo en el que se empapó, además del anteriormente citado Rivera, del trabajo de Frida Kahlo. De Londres y de Nueva York, en cambio, le encantaron los edificios y la arquitectura, e intenta siempre incluir algún que otro edificio, monumento conmemorativo u otro elemento interesante en los cuadros, algo que deriva también de su trabajo como arquitecto.

Una de las piezas de Gonhdo
Una de las piezas de GonhdoLa Razón

Un ejemplo de ello es la obra sobre estas líneas, un cuadro de lo más castizo en el que se pueden identificar elementos como una chulapa, un Oso con su madroño, unos claveles, unas violetas o unos gatos. Con piezas como esta, y solo durante el último año, Gonzalo ha realizado más de diez eventos, entre exposiciones y ferias internacionales, en ciudades como Nueva York, Estocolmo o Shangái.