Entrevista

Borja Carabante: «La izquierda siente que les hemos robado la bandera del medio ambiente»

El delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento, asegura que a finales de este año volverán a bajar las cifras de contaminación del aire en la capital

Borja Carabante, en su despacho del palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento
Borja Carabante, en su despacho del palacio de Cibeles, sede del AyuntamientoAlberto R. RoldánLa Razón

El Ayuntamiento de Madrid, y más concretamente el Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, disfrutó la semana pasada de un regalo anticipado de Reyes: por primera vez en su historia, la ciudad de Madrid cumplió en 2022 con la normativa europea de calidad del aire. El concejal se muestra tajante: dentro de un año, los datos mejorarán.

La izquierda sigue tildando de «negacionista» al alcalde con respecto al cambio climático. ¿Cree que estos últimos datos desmontan sus argumentos?

La verdad es que estamos entre los fanáticos climáticos de la izquierda y los negacionistas. Frente a eso, nuestra estrategia, Madrid 360, es puro sentido común: trabajar sobre todas las fuentes de emisiones y en toda la ciudad, pero sobre todo hacer eso compatible con la actividad económica. Porque la sostenibilidad no puede estar por encima de la actividad económica. Madrid ha sido capaz de cumplir la normativa europea y seguir siendo el motor económico de España. Me sorprende mucho que ni unos ni otros estén satisfechos, porque el objetivo era común: que Madrid tuviera los mejores datos de calidad del aire. El problema de la izquierda es que considera que les hemos robado una bandera que les pertenecía, que era el monopolio de la ecología y del medio ambiente. Se ha demostrado que las políticas más eficaces han sido las de este equipo de gobierno, porque en el anterior cuatrienio, a pesar de mucha pancarta, de salir mucho a la calle, y de muchos eslóganes, la contaminación fue a peor.

¿Ha hecho más el Gobierno de Almeida que el de Carmena en la lucha contra la contaminación?

No cabe duda. Madrid 360 tiene 231 medidas, frente a la política de Carmena, que era restringir el tráfico en el distrito Centro. Hemos combatido todas las fuentes de emisiones. El tráfico es el 50% de las emisiones, pero queda otro 50% sobre el que hay que actuar. Por dar un dato, solo lo que se ha hecho en la EMT –la renovación de la flota con vehículos no contaminantes– ha supuesto más reducción de la contaminación que Madrid Central. Hemos trabajado en Valdemingómez, donde hemos invertido 350 millones; hemos creado la planta de biometano; hemos prohibido las calderas de carbón; hemos ayudado a las familias para la renovación de los vehículos... Hemos dado ayudas para renovar el 40% de la flota de taxis, que recorren 200 kilómetros al día. Hemos trabajado la distribución urbana de mercancías, que también es altamente contaminante. Hemos tomado muchísimas más medidas que las que había tomado Manuela Carmena. En su caso, solo fue Madrid Central. Un Madrid Central «fake»: no multó a nadie hasta después de las elecciones. Y frente a los que han dicho que habíamos desmantelado Madrid Central y otros que habían dicho que habíamos blindado Madrid Central, hemos puesto de manifiesto que hay una política que compatible con la actividad económica, que es integral y que es global.

La disminución de dióxido de nitrógeno en Plaza Elíptica ha sido determinante para mejorar los datos. De no haberse restringido en este punto la circulación de coches sin etiqueta, ¿se habría cumplido el objetivo?

La media de reducción de la contaminación en todas las estaciones ha sido del 22,7%. Todas ellas, las 24, están hoy mejor que antes de Madrid 360. No hay ninguna que haya empeorado. Está clara la tendencia, que durante estos últimos años ha sido de reducción, con un marco normativo que nos permite decir que va a tener continuidad. Lo importante no solo son los datos puntuales, sino también la tendencia. Nosotros dijimos el 1 de enero de 2022 que Madrid iba a cumplir a 31 diciembre y ha cumplido. Hoy podemos decir que Madrid va a tener mejores datos en el año 2023, porque vamos a continuar implementando esa estrategia. La hemos implementado en un 90%; todavía quedan un 10% de medidas. En todo caso, lo de Plaza Elíptica no solo es prohibir los coches: primero, decidimos que todos los autobuses que circulaban fueran de energías limpias, eliminando los diésel. Hemos hecho un aparcamiento disuasorio en Islazul y hemos ofrecido alternativas con los autobuses. Plaza Elíptica no es solo una política de restricción de accesos, que, por cierto, solo se centra en los vehículos A, a diferencia de la política masiva que se hizo en el distrito centro. Un vehículo A contamina siete veces más que un C, y 47 veces más que un ECO. No solo es una zona baja de misiones, sino una política general, y ahí es donde está el éxito.

Viendo la experiencia, ¿sería posible que el Ayuntamiento implantara medidas similares en otras zonas con contaminación alta, como Escuelas Aguirre?

Era de las más más contaminadas. Lleva una serie de años que ha bajado. Creo que hay que poner el foco de manera general. Nosotros hemos tomado medidas puntuales pero sin olvidar las globales, porque lo importante es que todos tengamos una mejor calidad del aire en todos y cada uno de los sitios donde vivimos, frente a lo que se había hecho solo en el distrito Centro. Si hay medidas que son necesarias impulsar, las incorporaremos, pero podemos decir que hoy no es necesario tomar ninguna otra medida adicional porque tenemos los mejores datos de calidad del aire.

La UE podría bajar las umbrales, y pasar del límite de 40 microgramos a 10. ¿Sería posible que una ciudad como Madrid cumpliera?

Ese tema ha salido, pero la UE no ha tomado ninguna decisión al respecto. Están establecidos los 40 microgramos como límite anual y los 200 como valor límite horario. Es verdad que existen peticiones por parte de algunos colectivos para que se vaya reduciendo, y es verdad que la Comisión Europea ha propuesto el límite de 20 para el año 2030. Madrid tendrá que ser más ambiciosa, pero la tendencia es que vamos hacia eso. Entre 2011 y 2012 Plaza Elíptica sumaba 80 microgramos. Quién iba a pensar que, en apenas diez años, íbamos a ser capaces de estar por debajo de la mitad. Estoy seguro de que, ampliando las medidas y dando continuidad a Madrid 360, vamos a seguir bajando la contaminación.

El concejal estima que el 90% de la estrategia medioambiental del Consistorio ya se ha implementado
El concejal estima que el 90% de la estrategia medioambiental del Consistorio ya se ha implementadoAlberto R. RoldánLa Razón

Este 1 de enero entró en vigor una nueva fase de la Zona de Bajas Emisiones: los coches sin etiqueta empadronados fuera de Madrid ya no pueden cruzar la M-30. ¿Cuentan con datos sobre la reducción de circulación de estos vehículos?

Es muy pronto para tener datos. El control lo estamos haciendo a través de controles aleatorios de agentes de movilidad. La instalación de las cámaras se producirá a partir del próximo mes de abril. Daremos un periodo de aviso, de tal manera que el periodo sancionador empezará a lo largo del mes de junio. Sí tenemos balance en lo que respecta a la prohibición de circular en el interior de la M-30, donde los vehículos A se han reducido un 64%, se han multiplicado por dos los vehículos ECO y por tres los Cero. Antes de Madrid 360, en el interior de la M-30 se incumplían los límites en el 50% de las estaciones. Hoy cumplimos en el cien por cien.

Un conductor, con su ITV en regla, y que cumple con sus obligaciones fiscales, puede encontrarse con la prohibición de entrar en Madrid por tener un coche sin etiqueta. ¿Qué explicación le daría?

Tradicionalmente, las ciudades han realizado políticas dirigidas a priorizar al residente. La Zona de Bajas Emisiones prioriza al residente frente al que no lo es. Para esas personas que vengan a Madrid todos los días, hay que ofrecerles una alternativa con al transporte público. Por eso, el Gobierno central tiene que invertir los 5.000 millones previstos en el plan de Cercanías que no ha invertido. Están pendientes también las inversiones de los Bus-VAO. Y nosotros, lo que tenemos que hacer es ayudar a esas familias a renovar los vehículos. Por eso, hemos lanzado, por primera vez en un ayuntamiento, ayudas para la renovación de los vehículos dotadas con cerca de 20 millones de euros y que van a tener continuidad en el futuro para que aquellas personas con menos recursos puedan acceder también a esa renovación.

Sus antiguos socios, Vox, tienen otra visión.

Lo que sí estoy seguro es de que Vox no va a poder eliminar ninguna Zona de Bajas Emisiones. Cuando Vox dice que acabarán con el distrito Centro, con Plaza Elíptica, y con la Zonas de Bajas Emisiones, mienten. Y Ortega Smith lo sabe, porque se lo ha dicho el Tribunal de Justicia de la UE, porque hay una Ley de Cambio Climático, porque los tribunales nos tumbaron la moratoria que intentamos hacer en junio de 2019 en Madrid Central, y porque los tribunales le han tumbado a él cuatro veces los recursos que ha presentado frente a esta ordenanza de movilidad. Mienten y engañan cuando dicen que van a acabar con esas zonas de bajas emisiones.

En el año 2025 la restricción llegará también a los vehículos A de los residentes...

En 2025, este tipo de vehículos de gasolina tendrán 25 años, o casi 20 en el caso de los diésel. Serán vehículos muy antiguos que contaminan, como decía antes, siete veces más que un ECO. Y tenemos que reflexionar también si, como sociedad, nos podemos permitir una flota tan envejecida. No es el caso de Madrid. La edad media de los coches es de 11,5 frente al 13,5 años de España. Pero tenemos que ver si en términos de sostenibilidad y de seguridad vial podemos permitirnos flotas de vehículos tan antiguos, con más de 25 años, circulando por nuestras carreteras y por nuestras calles.

Cuando llegue ese esa fecha clave de enero de 2025, ¿puede asegurar que no se llevará a cabo una moratoria para «abrir la mano»?

Con la reducción que estamos viendo de los vehículos A, con el incremento de los vehículos ECO y Cero, y con la potencia del sistema de transporte público, cuando lleguemos al 2025 esperamos que el porcentaje de los vehículos A sea muy reducido. En principio tenemos lo que está previsto en la ordenanza. Ahora bien, también estaba prohibido que los vehículos B de menos de 3,5 toneladas no pudieran acceder al distrito Centro, y debido a que no se contaba con la tecnología suficiente como para renovar este tipo de vehículos, se concedió esa moratoria. Estamos en la misma situación: esa prohibición está ahora mismo en vigor, porque está contemplada en Madrid 360 y en la ordenanza de movilidad.